A PROPÓSITO DE BERNARD PLOSSU (el fotógrafo que siempre ha estado de moda)…Por fin entramos. Lo primero, el título: La hora inmóvil. Una metafísica del Mediterráneo.No cabía mejor y más sugestivo título, pleno de carga poética y filosófica. Mi interés no paraba de crecer. Por Dios, que gran día va a ser hoy. Luego, la cartela de presentación, inscrita en la pared, firmada por un tal Ricardo Vázquez, comisario de la exposición. Este tipo de textos solo pueden ser exaltantes y glorificadores, aunque en muchos casos plagados de inexactitudes, por excesos de autoría y porque suelen ponerse muy estupendos. Masajean el ego del autor, de los mitos históricos, inventan referentes conceptuales y filosóficos y, con todo ello, sabiamente mezclado, refuerzan el deseo de ser engañados de los espectadores. Bien, el caso es que el señor Vázquez afirmaba cosas como:
-Mantiene una relación privilegiada con el Mediterráneo. Este espacio en movimiento, de luz deslumbrante y sombras penetrantes, lo ha cautivado durante largas estancias…
– Se trata quizás de un Mediterráneo formado por lugares desiertos y flotantes de los cuales no sabemos si son reales o imaginarios por parecer tan misteriosos a pesar de su apariencia familiar…
– En estas fotografías, las cosas más extrañas pueden suceder en cualquier momento. Los contrarios pueden encontrarse o el tiempo modificarse, estirarse hasta el infinito o, incluso, pararse, sin necesidad de motivo para ello…
-Se trata de viajes, por supuesto, creo que las fotografías buscan captar más que una odisea, los momentos de espera entre dos opciones, dos lugares, dos tiempos; esos instantes de transición que se convierten a veces en el paisaje entre dos mundos, dos conciencias.
-Estos choques de universos, estos momentos mágicos tan apreciados por los surrealistas, convierten estos espacios mentales en un mundo metafísico cuya aparente quietud no logra esconder el poder de vocación poética…
-Obras, tiendas, autopistas, entradas a viviendas, vagones de tren, fábricas, orillas del mar o de aceras, se convierten en puertas que nos permiten pasar al otro lado del espejo… Los relojes se paran con el fin de captar el suspiro del tiempo…
9 AGOSTO 2016
© 1992 pepe fuentes