10 AGOSTO 2016

A PROPÓSITO DE BERNARD PLOSSU (el fotógrafo que siempre ha estado de moda)…Perdón, señor Vázquez, pero nada de lo que usted dice lo corroboran las fotos del «maestro» Monsieur Plossu. Esa metafísica de la que usted habla ni está ni se la espera. Es usted, y solo usted, quien la ha imaginado. Lo que dice a propósito de las fotos de la exposición nada tiene que ver con ellas. Me parece. Supongo que le era necesario «crear» un mundo conceptual y poético, casi esotérico, para construir un cuerpo teórico que justificara la elección de obra que usted debe haber hecho como comisario. En su exaltante escrito ha pasado por encima y ha ido mucho más lejos de Monsieur Plossu.  Es usted el artista, señor Vázquez, porque allí, en la sala, no había nada de lo que usted habla. No señor, no, en esas fotos no había momentos mágicos, ni suspiros del tiempo, ni los relojes se paraban, ni nada de nada. Ah, y por si fuera poco todo ese despliegue de prescindibles e imposibles figuras retóricas, el «maestro» no ha buscado o no ha sabido crear sugestión o misterio pues, en el colmo de perezosas y poco interesantes lecturas, nada míticas, titulaba las «obras» con la ubicación exacta de donde estaban realizadas, como si de una vulgar guía de viaje se tratara, por lo que no cabe especulación entre lo real e imaginario. Ni siquiera un mínimo margen hacia las sombras y los sueños…