CARTA A EMMA LOUISE VI. Siete años ya. Cuando nos hemos visto de Junio a Julio te he encontrado cambiada. Había pasado un año y eso es mucho tiempo a tu edad. Caben muchas cosas en un año y ahora, en ti, todas son vertiginosas. Me ha dado la impresión de que está germinando en ti una manera de ser original y muy propia. Serás una persona de carácter y muy creativa. Solo hay que observar tu mirada para percibir la intensidad de tu expresión. Te gusta mucho bailar, cantar, actuar. Puedes asumir diferentes papeles súbitamente sin que te cueste nada pasar de unos a otros. En el plató, cuando hicimos esta sesión, eras tú la que decidía qué elementos utilizar: el paraguas de iluminación, una maleta; cualquier objeto que tuvieras a mano te servían como atrezo. Además, no hacía falta que te indicara qué pose debías adoptar, todas las inventabas tú incesante e intensamente. Yo apenas si podía seguir el ritmo de tu creatividad ante la cámara. Verbalmente (tu español ha mejorado) también elaborabas pequeñas historias en las que la supuesta realidad pasaba a la dimensión de la fabulación; como cuando me hacías creer enfáticamente que una pequeña rojez en una pierna era una tremenda herida sangrante que te hacía sufrir insoportablemente. Y, por si fuera poco tu capacidad interpretativa y persuasiva, me lo susurrabas como si te faltara el aliento por el dolor. Me parece que podrías ser una gran actriz si sigue interesándote crear actuando; talento y belleza te sobran. Me ha gustado mucho verte y dentro de un año, cuando volvamos a vernos, habrás dado un gran salto hacia delante en todo lo que haces. Y tu belleza y genialidad serán más irresistibles, si cabe. Te deseo muchas felicidades hoy y te envío un abrazo y un beso muy fuerte.
28 AGOSTO 2016
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