16 SEPTIEMBRE 2016

© 2016 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2016
Localizacion
Bucarest, (Rumanía)
Fecha de diario
2016-09-16
Referencia
1508

…Érase un país que sufrió durante más de cuarenta años una insufrible dictadura comunista (todas lo son, por dictaduras y por comunistas), y allí, en ese pequeño país, sucedieron infinitas injusticias y atropellos a la libertad y dignidad humanas. El dictador (todas las dictaduras, siempre, han tenido su dictador, o varios), en este caso, fue especialmente relevante. Este siniestro personaje tenía un irresistible rasgo de carácter que era la megalomanía.Todos los países del mundo en los que se han instaurado sistemas comunistas han devenido en crueles dictaduras, sin excepción, que han hecho sufrir indeciblemente a sus pueblos. Algo tendrá esa nefasta ideología que genera tanto sufrimiento. El megalómano C. tuvo un sueño, para su mayor gloria, que fue construir el mayor edificio de poder político del mundo. Y lo hizo. Visitamos una pequeñísima parte del mismo (la que enseñan a los turistas) y nos impresionó. No podíamos imaginar la riqueza que encerraba, tanto en elementos arquitectónicos como en los preciados materiales con los que está construido (mármoles, artesonados de ricas maderas, sedas, mobiliario, decoración y una larga lista de riquezas). En fin, al salir, todavía impactado por lo que habíamos visto, pregunté a Naty: ¿está bien que haya existido un dictadorzuelo como C.? Ha enriquecido el mundo con su existencia? Evidentemente no hay respuesta para eso. Si aplicamos valores humanistas básicos, la respuesta es No. Pero yo, por el contrario, me respondí que sí (quizá porque no tuve que soportar su inclemente bota sobre mí), y defendí que sí porque ese magnífico edificio existe porque él determinó construirlo. Si los faraones no hubieran existido ahora no tendríamos las pirámides; o si no hubiera existido Luis XIV no tendríamos Versalles; o el Palacio de Invierno de Pedro El Grande; o El Escorial de Felipe II y, así, cientos de grandes obras humanas. Casi todas construidas bajo poderes omnímodos y a costa de la población a lo largo de generaciones. Sí, prefiero que todos esos dudosos personajes hayan existido. También el dictador C. porque ahora, y a lo largo de los próximos siglos, los ciudadanos de ese país podrán sentirse orgullosos de ese patrimonio. Quizá sea un poco cínico lo que estoy afirmando, pero no me avergüenzo de ello…

Pepe Fuentes ·