LOS CREYENTES XXII. Me siento un pobre diablo entre ellos, como siempre me he sentido ante las imponentes seguridades, eso sigue inmutable en mí. Pero, lo que sí ha cambiado un poco es que ahora me permito, de algún modo, desdeñar las opciones que parece que han tomado en sus vidas, por aparentemente estrechas, pulcras, irreprochables y quizá tan cobardes como las que he tomado yo. Aunque de otro modo. Todos en el mismo barco, todos en la misma ciudad, todos a punto de desaparecer del mundo ya. Y entonces todo habrá dado igual, pero unos lo habrán pasado mejor que otros y yo sueño con haber estado entre los primeros, aunque no lo creo…
22 JULIO 2017
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