ARREPENTIMIENTO: el uno de enero de dos mil dieciséis, en este diario, afirmaba lo siguiente: “-Tengo un gran propósito: no leer (escuchar) nada de actualidad política y social-“ y lo he incumplido flagrantemente en los últimos días del mes pasado, de lo que me arrepiento, por haber pecado gravemente contra el principio de la coherencia. Qué se me habrá perdido por esos vericuetos argumentales completamente desconocidos para mí. Yo, de movimientos político-sociales, no tengo ni puñetera idea, como de casi nada. La calidad e inteligencia de mis opiniones no pasan de las que pueda tener un opinador de codo en barra de bar, con los pies sobre cáscaras de gambas, y con el sonido de fondo de máquina tragaperras. Grasiento todo. Así me he portado en estos últimos días. A mí qué coño me importa, al borde de la tumba ya, el destino de nada ni de nadie. Es más, lo pasaría mucho mejor contemplando cómo todo se va a la mierda, así que, ojalá siga la fiesta de destrucción y predominio de la estulticia, y que por fin este país cumpla con su destino largamente demorado: la autodestrucción. Cuanto peor, mejor, más entretenido todo. No lo volveré hacer, lo prometo. “Abajo todo, todo, excepto la derrota”. Luis Cernuda
1 NOVIEMBRE 2017
© 2013 pepe fuentes