DIGRESION SEIS (una). Ordesa, Manuel Vilas. Editorial Alfaguara. Camino todos los días gracias a Charlie, para contener mi tendencia a la mala salud, como le pasa a casi todo el mundo. Mientras camino siempre escucho, entre otros y especialmente, el podcast del programa de radio El ojo crítico. Hoy ha tocado una entrevista a Manuel Vilas (que no conocía de nada; mi desinformación es ancha y larga, infinita). Le entrevistaban a propósito de su último libro: Ordesa. Enseguida quedé prendido de las transcendentes y lúcidas cosas que decía. Nada más volver, compré el libro (ebook, ya casi solo leo en este formato) y comencé a leerlo con avidez, y sí, mi intuición era cierta: Vilas ofrece la obra más importante que he leído en mucho, mucho tiempo. Absorbente, lúcida, quirúrgica; la vida de un hombre titubeante, aunque en estado de gracia, en estado puro. Al corazón, las tripas, la sangre y el alma de Ordesa se llega enseguida, sencillamente porque habla de lo que nos pasa a todos (supongo), y lo hace con honestidad, descarnadamente, porque no parece guardarse nada; aunque eso sea imposible. Nadie puede convivir y sobrevivir con la verdad absoluta, sin embargo, siempre hay grados de autoengaño y en el caso de Vilas y esta obra, ha eludido muchas trampas y resistencias gravitacionales y ha llegado cerca del sol y se ha quemado, mientras todos nosotros, casi todos los demás, estamos en estúpidas y estériles órbitas frías…
24 FEBRERO 2018
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