27 FEBRERO 2018

DIGRESION SEIS (cuatro). Ordesa, Manuel Vilas. Editorial Alfaguara. Vilas habla de muchas cosas en su libro, todas ellas esenciales, como el amor, la soledad, el pasado, la familia, la experiencia existencial, la muerte, el destino, y la vida, cómo no; en resumen, de todo aquello que nos constituye, y lo hace de un modo directo, sin ambages o circunloquios y, por si fuera poco, con sentido del humor. Se desnuda y provoca la desnudez del lector, y así, en una especie de escenario compartido, desnudos y anónimos ambos, podemos saltar y bailar y llorar, y luego, finalmente, morirnos. En paz. “La existencia es una categoría moral. Existir nos obliga a hacer, hacer cosas, lo que sea”. M. V. O nos engañamos o morimos, no hay alternativa a eso, y estoy hablando del monstruoso montón que formamos la mayoría de los seres humanos. Siempre he sentido que pertenezco a la clase de los cobardes y deficientes, a lo hombres sin relieve, y esa convicción la vivo en la intimidad, procurando no babear a nadie con esa monserga; pero entonces, sorpresivamente, te encuentras con un tipo como Vilas que, con su libro, orquesta una pequeña o gran sinfonía de ecos y vacíos que te ayudan a entrar en el laberinto de la poquedad y a ubicarte, y eso es consolador. O al menos, a mí, me ha servido para escribir estas líneas ahora y eso está bien. “Porque la mayoría de hombres y de mujeres no tienen historia. Poseyeron vida sin historia. Y eso es hermoso también. Y al fin y al cabo el planeta tierra es un cementerio general de millones de seres humanos que estuvieron aquí y carecen de historia, y si careces de historia, cabe preguntarse entonces si estuviste vivo alguna vez”. Manuel Vilas