20 OCTUBRE 2018

© 2018 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2018
Localizacion
Yuanjiajie, Zhangjiajie (China)
Soporte de imagen
- 120 ILFORD SFX 200 (800)
Fecha de diario
2018-10-20
Referencia
8620

UN VIAJE LEJANO, nada menos que a China (20) … Cuando iniciábamos el viaje de vuelta, nos abordó una pareja de jóvenes (de Sevilla, aunque vivían en Londres, según dijeron), ya que detectaron que éramos españoles. Ellos, simpáticos y expansivos; nosotros, ni una cosa ni otra, pero sí receptivos y considerados. Nos acompañamos en la bajada de las alturas hasta el centro de recepción de visitantes en un impresionante teleférico, que nos ofreció unas vistas entre dos luces, de soberbia belleza. Hablaban ellos, solo ellos. Viajaban por su cuenta, sin apoyo de guías o agencias, y pertenecían a esa clase de personas que cuentan las vicisitudes de su hiperactividad con entusiasmo y que siempre se colocan en el papel de superhéroes de sus aventuras. Siempre triunfantes frente a cualquier eventualidad, faltaría más. Nosotros asentíamos sonrientes, porque eran realmente divertidos y contagiosos. Nos contaron algunas de sus aventuras por China, desde moverse por Pekín en bicicletas de alquiler, a ir de madrugada a la Gran Muralla y ya encontrarse con las colas de chinos, o experimentar la realidad virtual en una torre de Shanghái. Cuando bajamos de la cabina del teleférico estábamos agotados, no tanto por las exigencias del día como por la compulsiva y desenvuelta charla de la pareja andaluza. En poco más de media hora consiguieron extenuarnos; no sé cómo gente así consigue soportarse todo el tiempo. Nos despedimos aliviados. Después, una vez dejamos el equipo en el hotel, salimos a buscar un restaurante y ninguno nos convenció. Decidimos cenar en el Hotel, pero allí no había servicio de restaurante. Nos resignamos a recurrir al bar del hotel, pero tampoco tenían comida, así que tuvimos que conformarnos con cerveza y snacks embolsados de una pequeña tienda del hotel. Nos retiramos pronto. Seguíamos inquietos por nuestra maleta. A la hora prevista de llegada, la una de la madrugada, nos llamaron puntuales a la habitación informándonos de que había llegado. Un gran alivio…

Pepe Fuentes ·