15 ENERO 2019

© 2012 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2012
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200
Fecha de diario
2019-01-15
Referencia
5686

DIGRESIÓN CATORCE. A Ghost Story. EE.UU. (20017). Guion y dirección: David Lowery. Música: Daniel Hart. Fotografía: Andrew Droz Palermo. Intérpretes: Rooney Mara, Casey Affleck, Rob Zabrecky, Will Oldham. Esta película me ha provocado un total desconcierto. Por un lado, mis sensaciones al verla: imágenes de gran belleza, sugestivas, evocadoras e impregnadas de melancolía y tristeza, aunque con un desarrollo narrativo, en algunos momentos, excesivamente moroso. Lowery nos invita a ver el inquietante encuentro de la vida de sus personajes en tiempo real junto a la atemporalidad de lo que ha desparecido pero aún está presente. Pero, la silenciosa morosidad de las imágenes (salvo por una maravillosa música) y el mutismo de los espectrales personajes, hizo que cuando terminamos de verla nos invadiera una cierta perpleja decepción. Luego me acerqué a las críticas y todas, sin excepción, iban más allá del entusiasmo hacia esta singular película. Por ejemplo: “…melodrama filosófico y muy poético, extraño, inquietante, atrevido, provocador e hipnóticamente fascinante” (Ocaña); “…una experiencia cinematográfica singularmente extraña, intrépida y apasionante” (Salvá); «…  Una meditación poética sobre el tiempo, la memoria y la conexión espiritual que es totalmente fiel al título». (David Rooney); “…Uno de los más duros, tristes e implacables relatos sobre el olvido”. (Fausto Fernández). Todas las críticas de ese tenor. Yo no vi tanto. Claro, me dije: –el problema es que tú eres un cenutrio que no sabe ver más allá de lo aparente, estás incapacitado para interpretar las sugestivas, poéticas y metafísicas imágenes que te ha ofrecido la película-. De pronto, me quedé paralizado por una paradoja, caí en la cuenta de que las imágenes que sustentan la película se parecen demasiado a las que yo me empeño en fotografiar desde siempre (la de hoy, en 2012, por ejemplo), quizá por instinto y sin adivinar la metafísica y profunda intención que debe inspirarme inadvertidamente. Y poética, si hago caso a los críticos. A ver si va a resultar ahora que soy un iluminado artista y no lo sabemos nadie, ni el mundo ni yo mismo.

Pepe Fuentes ·