TETRALOGIA DEL SILENCIO IV. “Quizá el silencio dura más allá de sí mismo y la existencia/es sólo un grito negro, un alarido ante la eternidad”. Antonio Gamoneda
Siete de marzo: Catorce horas y catorce minutos. A la eternidad mira, o tal vez grita, el hombre sentado. Quisiera habitar el silencio, convivir con el silencio siempre. La mejor compañía posible hasta que todo esto termine de una vez. Y hasta más allá, que dice acertadamente Gamoneda. Apenas sin darme cuenta siempre fotografío el silencio. Mis fotografías están constituidas por vastas inmensidades de silencio. Soy el sumo sacerdote del silencio fotográfico. Mis palabras diarias no son otra cosa que los baluartes, las defensas que protegen la más preciada esencia de mis fotografías: El Silencio, siempre El Silencio, porque no aspiran a decir nada. No hay otra cosa que merezca ser fotografiada sin culpa.
12 MARZO 2019
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