22 MARZO 2019

© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Teatro Español, Madrid
Soporte de imagen
-DIGITAL-
Fecha de diario
2019-03-22
Referencia
5454

DIGRESIÓN ONCE. Mi niña, niña mía, de Amaranta Osorio e Itziar Pascual. Dirección: Natalia Menéndez. Intérpretes: Ángela Cremonte y Goizalde Núñez. Videoescena: Álvaro Luna. Teatro Español (Sala Margarita Xirgu), dieciséis de marzo. Decidimos ir a ver esta obra como medida terapéutica para nuestra vida cotidiana, tan desprovista de conmociones y tensiones sociales. Sin información, a ciegas, sólo orientados por la fiabilidad que pueden ofrecer los programadores del Teatro Español. Es más, un tanto escépticos por la previsible y sabida temática de holocaustos y dramas de refugiados, que ya se esbozaba en la sinopsis. La palabra clave es Resistir (quizá debería ser el título). La obra se sustenta sobre una mujer eterna, superviviente del campo de Terezin y una sobrina biznieta entomóloga. Por un lado la mujer judía, actriz, que cuenta su experiencia de supervivencia del holocausto nazi; por otro, la mujer joven que vive plenamente su vida en la contemporaneidad y que también relata. Durante las primeras tres cuartas partes de la obra, cada una actúa independientemente de la otra, alternativamente, hasta que llega el último acto en el que ambas historias felizmente confluyen. Y menos mal, porque es a partir de ese momento donde todo se coloca y la intensidad dramática y narrativa sube exponencialmente. Esta última parte resulta muy superior al excesivamente largo, aunque lógico prolegómeno. Pasamos del escepticismo inicial, de una cierta frialdad hasta mediada la obra, a una aceptación sin reservas al final. Sobre todo, gracias a una espléndida representación paralela de recursos de iluminación y videoarte: proyecciones de efectos y de insectos en pequeñas pantallas (quilópodos, luciérnagas), y a las solventes interpretaciones de Ángela Cremonte y Goizalde Núñez. Una buena noche de teatro.

Pepe Fuentes ·