PEQUEÑO VIAJE A LAS TIERRAS DEL INCA
Capítulo siete: Sucre (Bolivia),
trece de febrero, miércoles
II
“En Potosí y en Sucre solo quedaron vivos los fantasmas de la riqueza muerta”. Eduardo Galeano
Llegamos a Sucre a las siete, después de dos horas y media de incesante charla sobre historia y situación actual mundial. Agotador. Nos hospedamos en el Hotel Boutique La Posada, de los mejores que tuvimos en el viaje. Salimos a pasear por el centro de la ciudad. En la plaza 25 de Mayo, después de cenar, presenciamos durante un buen rato un intenso combate de raperos muy jóvenes, que se enfrentaban en el centro de un corro que jaleaba a uno y a otro. Increíble la improvisación de rimas sarcásticas que ridiculizaban al adversario. Volvimos a las diez. Contactamos con la agencia para coordinar la actividad del día siguiente y nos encontramos con la sorpresa de que tendríamos como guía a Carlos, el dueño de la agencia, que ya nos había acompañado en la visita a La Paz. Nos sorprendió porque se encontraba a 700 Km y diez horas y media de viaje en autobús. Pensamos que el gesto era excesivo, por mucho interés que pudiera tener en atendernos. Quedamos en vernos a las nueve de la mañana en la recepción del hotel.
COROLARIO. Es increíble la capacidad de improvisación mediante rimas de los raperos y más en clave de disputa con el contrincante para derrotarle a base de la construcción de metáforas ocurrentes e hirientes para el otro. El ganador se decide por aclamación de los espectadores. Los dos contrincantes adolescentes que vimos tenían una prodigiosa capacidad de juego rimado de palabras y argumentos, además de sentido del ritmo. Ocurrentes, brillantes, divertidos.