DIGRESIÓN NUEVE: Gräns (Border). Suecia (2018). Guion: Ali Abbasi, Isabella Eklöf (Novela: John Ajvide Lindqvist). Dirección: Ali Abbasi. Intérpretes: Eva Melender, Eero Milonoff, Viktor Akerblom, Joakim Olsson. Hacía mucho, muchísimo tiempo, que no sentía un malestar parecido ante una película. Ni siquiera recuerdo cuando pudo ocurrirme algo así. Solo sé que comencé a verla tranquilo, expectante, y acabé con una cierta ansiedad, malestar e irritación. Qué había pasado, qué me había golpeado duramente cuando no lo esperaba. No lo sé. Naty, a la que le había gustado la película especialmente, quiso comentar algunos de los matices de la historia, a lo que me negué nervioso. No, no quería saber nada de lo que había visto. Había algo en su interior que me golpeaba. ¿Qué la hacía indeseable como lenguaje cinematográfico para mí? Aparentemente, nada en absoluto, todo lo contrario, era una película irreprochable en cuanto a todas las variantes técnicas y narrativas que se puedan evaluar. No, no era eso, era algo que contenía su interior, la historia en sí y, sobre todo, los protagonistas, aparentemente monstruosos (Trolls). Tampoco recuerdo una escena de sexo tan intensa, mórbida, y repulsiva al mismo tiempo, como la que tienen los dos extraños seres que viven en esta historia. Era el placer más brutal, arrebatador y arrasador mostrado en una película, también que pueda recordar. Todos los críticos se han manifestado unánimemente entusiasmados con ella y, curiosamente, hablan de lo propio en la naturaleza de lo diferente, de lo aberrante. Luis Martínez: “Lo relevante no es tanto la brutal naturaleza de lo extraño como la sucia certeza de lo propio…”. Nando Salvá: “Un inquietante camino hacia el autoconocimiento…”. Supongo que ha sido algo así lo que me ha sucedido al contrastarme, aún a mí pesar, con una creación radicalmente revulsiva (y bella), pero no pienso profundizar más, no lo deseo. Me desasosiega (mucho).
23 JULIO 2019
© pepe fuentes