29 JULIO 2019

© 2018 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2018
Localizacion
Xi'an (China)
Soporte de imagen
-35 MM- ILFORD SFX. 200 (800)
Fecha de diario
2019-07-29
Referencia
8740

DIGRESIÓN QUINCE. Manbiki kazoku (Shoplifters) Un asunto de familia. Japón (2018). Guion y dirección: Hirokazu Koreeda. Intérpretes: Kirin Kiki, Sôsuke Ikematsu, Lily Franky, Moemi Katayma, Sakura Ando, Mayu Matsuoka. En algún momento de la vida, especialmente en la infancia, cualquiera puede desear otra familia mejor que la que tiene, naturalmente. Luego no, luego da igual, porque uno sabe que no es posible y se resigna. ¿Qué es mejor, la familia determinada por razón de nacimiento o la familia elegida? Esa pregunta surge a lo largo de esta maravillosa y melancólica historia. En torno a Osamu y su pareja, ambos en la cuarentena más o menos, se unen, un niño de unos doce años, una niña de cinco o seis, una abuela y su nieta. Viven todos juntos en un minúsculo apartamento y subsisten de unos sueldos precarios y pequeños delitos. Ríen, roban un poquito en tiendas y supermercados, y se quieren. ¿Qué es mejor, la familia determinada por nacimiento o la elegida? Eso me pregunto yo también. Viven al margen de casi todo, con valores anómalos como que el supuesto padre enseñe a robar a su supuesto hijo, bajo el argumento de que los productos que hay en las tiendas todavía no son de nadie. El niño, encantador, no va al colegio porque dice que al colegio solo deben ir los niños que no saben estudiar en casa. Tiene razón, yo en el colegio nunca aprendí nada de nada. Así, a través de los pequeños hechos cotidianos, la película avanza y avanza; ligera, ligera y grave a la vez. Cargada de transcendentes razones. Finalmente todo se va a la mierda y es descubierta la impostura, que no es otra cosa que una verdad, una gran verdad: ¿Qué es mejor, la familia determinada por nacimiento o la elegida? La elegida, desde luego. Esa es la gran verdad de esta maravillosa historia. Cuando un policía, agente social o lo que fuera, le pregunta al padre por qué enseñaba a los niños a robar, contesta de una manera incontrovertible: –es lo único que sé hacer-. La película tiene la textura de lo entrañable, de lo amoroso, de la alegría, de la aventura diaria, de la emoción de vivir y de estar vivos. No necesita más.

Pepe Fuentes ·