VEINTISÉIS DE JUNIO (miércoles): campo y campo XI (continuación). En el campo, la mayoría de las veces no me ocurre absolutamente nada pero, algunos días, me ocurren cosas absurdas y hasta divertidas. Lo cuento: salí a buscar localizaciones fotográficas para el día que escriba sobre La Caza, de Carlos Saura. Viajé a los campos donde se rodó, entre tres pueblos: Seseña, Borox y Esquivias, no lejos de mi casa. Se trata de un paisaje desértico que me encanta. Conduje interminablemente por vías de servicio y caminos, no era fácil encontrar la zona. Paré en un descampado, caminé por los alrededores y fotografié trincheras de la guerra con mi vieja cámara pequeña. Cambié el rollo acabado y me lo guardé en un bolsillo. Volví a mi casa y, cuando llegué, comprobé que lo había perdido, además de la tapa del objetivo de la cámara pequeña. Me puse hecho una fiera conmigo mismo, por descuidado. Me dije que al día siguiente tendría que volver a buscar ambas cosas, especialmente el rollo que supuse se me había caído al sacar la llave del coche del bolsillo.
1 SEPTIEMBRE 2019
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