DIGRESIÓN UNA (2). Schtisel (Serie: 2 temporadas, 24 episodios, Israel 2013 y 2015). Director: Alon Zingman. Intérpretes: Doval’e Glickman, Michael Aloni, Neta Riskin, Shira Haas, Sarel Piterman, Zohar Shtrauss. …Akiva Schtisel, el atractivo y sonriente joven protagonista, impregna de amable, tolerante y empática vitalidad a toda la serie. Los demás personajes también resultan sumamente interesantes (atención al director de la galería de arte, o a la abuela). A través de todos ellos y del paisaje urbano del barrio se puede observar el modo y valores con los que viven las comunidades ortodoxas y puede entreverse la eterna continuidad del judaísmo. El dilema que enfrenta a todo miembro de esas comunidades, cotidianamente, es el cómo mantener la individualidad y los intereses propios frente a los estrictos mandamientos y normas ortodoxas. “En Shtisel no existe el melodrama de la mujer que se siente reprimida, ni el adolescente que lucha contra el sistema porque ha dejado de creer en Dios. No, esos son los ojos seculares, los ojos del que juzga un mundo que no conoce. En esta serie, los problemas que enfrentamos son los problemas que enfrenta la ortodoxia día a día: un patriarca que quiere casar a su hijo, un joven que busca balancear su pasión con un sustento, y una mujer que sufre abandono”. Aranza Gleason. El dilema: cómo dar voz a los deseos propios y a la vez mantener la armonía familiar intervenida por la obstinada ortodoxia. Viéndola, he tenido una cierta sensación de ahogo, pero al mismo tiempo de una cierta y asombrada fascinación. En esta serie queda inexplicable y contradictoriamente claro, más o menos, cómo es posible vivir y respirar en un entorno rígido como el acero. Por un lado, sus integrantes parecen sentirse arropados, protegidos por la familia y los dogmas que acallan las dudas y las sombras; por otro, maniobran para conseguir espacio y aire para satisfacer sus necesidades básicas, tanto afectivas como sociales, así como un pequeño y prudente hedonismo. Todo ello, siempre, mirando de reojo para que no les pillen incumpliendo normas sagradas (nada menos que dictadas por el mismísimo Dios). La serie está muy bien rodada, cinematográficamente impecable y, sobre todo, con sentido del humor, a pesar de la tremenda seriedad de todo lo que pasa. Con un ritmo siempre acompasado y esencial que hace que, una vez comenzada, no se pueda abandonar. Adictiva. La he visto con sumo interés y he disfrutado mucho. Sería deseable que realizaran una tercera temporada.
13 SEPTIEMBRE 2019
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