22 SEPTIEMBRE 2019

BREVE Y RÁPIDO VIAJE A MÁLAGA (dos de junio, domingo). Paseamos por el borde del tajo, despacio, contemplando el horizonte, el campo rondeño con el perfil de las sierras al fondo. Siguiendo el perímetro del vertiginoso desnivel llegamos a la plaza de toros. Multitud de turistas se movían de un lado para otro. Cruzamos el puente nuevo hacia la zona antigua de la ciudad, buscando La Casa del Rey Moro, zona en la que vivieron mis amigos japoneses fallecidos (Masao y Harumi). Comimos en un restaurante, frente a la casa. Después bajamos hacia el puente viejo para subir lentamente la tremenda cuesta hasta el puente nuevo y retomar el itinerario hacia donde habíamos aparcado. Ronda es una ciudad cautivadora que ha fascinado a muchos artistas a lo largo del tiempo, como a Rainer María Rilke que pasó en ella una temporada: “He buscado por todas partes la ciudad soñada y al fin la he encontrado en Ronda”. Estuvo en Ronda desde el 9 de diciembre de 1912 hasta el 19 de febrero de 1913. También mis amigos japoneses siguieron en España un itinerario Rilkiano: primero Toledo y luego Ronda (tres o cuatro años) y después, para finalizar, veinte años más en Toledo. La diferencia del periplo español de Rilke con el de mis amigos fue que a él le duro tan solo tres meses, mientras que a ellos les dio para treinta años…
Foto: El tajo, en la zona del puente viejo.