29 SEPTIEMBRE 2019

BREVE Y RÁPIDO VIAJE A MÁLAGA (tres de junio, lunes). Llegamos a Vélez-Málaga a las siete, más o menos. No teníamos ningún plan en especial. Decidimos acercarnos con la parafernalia fotográfica a un alto de las murallas árabes para desde allí fotografiar la esbelta torre de la iglesia San Juan Bautista. Desplegué el trípode y descubrí que la fotografía imaginada no era posible por el mero descentramiento con los puntos desde dónde podía situar la cámara para hacer la toma. La torre no se encontraba en la perpendicular necesaria para realizar un encuadre limpio. Lo intenté de todos los modos posibles. Cuando me encontraba en ese empeño, aparecieron dos chavales gitanos que enseguida me acosaron haciéndome preguntas e intentando tocar la cámara. Charlie, que se encontraba con Naty alejado unos metros, cuando se percató de que me estaban molestando comenzó a ladrarles (no lo había hecho nunca), avisándoles de que podría intervenir si continuaban con su patosa actitud (no creo que lo hubiera hecho). Los chicos se fueron y yo me quedé con la satisfacción de tener un perro que me protegía. Después de la intentona fotográfica fallida volvimos al hostal. Salimos a cenar. El viaje acabó sin más. Había estado muy bien, a pesar de ser corto y escasamente preparado…
Foto: Cementerio blanco de Casabermeja.