19 NOVIEMBRE 2019

© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Madrid (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL-
Fecha de diario
2019-11-19
Referencia
9781

DIGRESIÓN OCHO. Ricardo III, de William Shakespeare. Versión libre de Miguel del Arco y Antonio Riojano. Dirección: Miguel del Arco. Intérpretes: Álvaro Báguena, Israel Elejalde, Chema del Barco, Alejandro Jato, Verónica Ronda, Cristóbal Suárez y Manuel Velasco. Escenografía: Amaya Cortaire. Audiovisuales: Pedro Chamizo. Iluminación: David Picazo. Teatro Pavón Kamikaze, Madrid, nueve de noviembre. La composición literaria de la versión de una obra mayor como ésta, nada menos que de Shakespeare, es respetuosa, creativa, cuidada, matizada y, sobre todo, enriquecedora. También la engrandece una brillantísima puesta en escena y una calidad interpretativa prodigiosa. Los movimientos de los actores en el escenario, sus entradas y salidas, incluyendo el patio de butacas como espacio escénico, están soberbiamente medidos. No resultan un adorno o gesto “creativo”, sino que añaden valor y sentido a la representación. El vestuario e iluminación espléndidos también. Excelentes, por la calidad de realización y las sugestivas imágenes, los diaporamas de Pedro Chamizo. Y, por encima de todo, la brillante interpretación de todos los actores en la que sobresale un Israel Elejalde en estado de gracia. Independientemente de que la obra original otorga al personaje de Ricardo III un protagonismo absoluto que, naturalmente, se mantiene en esta versión, hay que sostenerlo sobre el escenario y, en ese sentido, Elejalde supera brillantemente la mejor de las expectativas que pudiéramos tener. El texto está soberbiamente creado y muy bien llevado al dramatismo de la obra original. Se podría decir que del Arco y Riojano construyen un dignísimo y más que estimable homenaje a Shakespeare. Están a la altura porque, al menos del Arco (a Riojano no le conozco), tiene fundamentos literarios y creativos de primerísimo nivel. Quizá yo no debería estar hoy refiriendo mis impresiones, sino que debería haberme limitado a transcribir la presentación de catálogo del propio del Arco, que habría elevado este diario, luego mi memoria. Pero no, porque el único sentido del texto de hoy (y el de todos los días) es recordarme que sigo más o menos vivo, en la medida que todavía siento ganas de disfrutar, por ejemplo, del teatro. Mi imposible excelencia “literaria” es absolutamente secundaria. No obstante, dado que es marca de la casa, no me resisto a entresacar unas breves frases de la presentación de del Arco que pueden sugerir la intensidad e interés de la obra: “Ricardo ama a Ricardo” (…) “No quiere comprender nada que se sitúe fuera de los límites de su piel” (…) “No es fácil conseguir un caballo cuando lo necesitas”.  Espléndida noche de teatro. Siempre hay motivos de felicitación y agradecimiento a algunos artistas que ayudan a embellecer y enriquecer la vida. Desde luego que sí.

Pepe Fuentes ·