LA PENÚLTIMA VEZ QUE ME ADENTRO EN EL CUARTO OSCURO y V.
“Quién lo diría, los débiles de veras nunca se rinden”. Mario Benedetti
Nueve de marzo, lunes: he terminado el trabajo en la sala Tutankamón de mi casa.
En el último día, la tarea consistió en virar al cloruro de oro una serie de copias que me había dejado pendientes hace dos años y algunas más de esta última sesión de trabajo. Terminé por la tarde, planchando (aplanar el papel baritado que una vez seco se queda algo retorcido).
Cansado. Hoy siento un profundo vacío.
No sé cómo podría seguir motivado fotográficamente porque la causa no es digna de tanto afán.
Bueno, no quiero ofuscarme y tampoco disgustarme pensando en que siempre me quedo corto en los supuestos logros, y largo en los esfuerzos.
Pero seguiré intentándolo hasta la extenuación, así que, esta primavera me dedicaré a silbar, cantar y bailar por los campos floridos (o no tanto), cargado con mis viejas cámaras.
Luego, a pesar de todas las dudas del mundo, continuaré con lo mismo. Todavía no estoy listo para vivir a la intemperie.
Todo dependerá de la salud, supongo.
PS. Negativo: 35 mm. Tamaño cm. Papel: Ilford Multigrado Baritado 18,3*28,5 cm. Virada al Cloruro de Oro.