13 JUNIO 2020

© 2016 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2016
Localizacion
Museo de Historia Nacional de Rumanía, en Bucarest
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Fecha de diario
2020-06-13
Referencia
1835

CRÓNICA DESDE LA DICHOSA DESESCALADA” O DESDE ESA INNECESARIA “NUEVA REALIDAD” …
Sí, porque con la que ya teníamos nos basta y sobra. Y, si tiene que denominarse nueva porque unos políticos sin talento creativo se empeñen, mucho me temo que no me gustará una mierda, porque el adjetivo no podrá asociarse nunca a una idea atractiva o deseable. Más bien será la realidad de siempre, pero estropeadísima.
En estos días de confinamiento a medias, Naty me ayuda a manejar mi nueva y flamante cámara digital y a entender los programas de revelado (en principio tres que se han reducido a uno y un poquito de otro), que supondrá mi “nueva realidad”, de verdad. También estoy leyendo la trilogía de Trajano, de Santiago Posteguillo; un emperador importantísimo, aunque no tan famoso como otros, del que no sabía nada (ahora ya sé un poco). Las novelas péplum de Posteguillo son amenísimas. Están muy bien sostenidas sobre hechos históricos (al menos, tienes la sensación de que están trabajadas documentalmente) y, no obstante, son de lectura fácil (se entienden sin dificultad, aunque eso no quiere decir, ni mucho menos, que sean fáciles de escribir). Literariamente, es impecable: cuenta los hechos de un modo sobrio, sin alardes, remitiéndote a unas descripciones históricas protagonizadas por unos personajes bien perfilados y biográficamente creíbles. Junto a estos, mezclados, crea personajes y hechos de ficción que dotan de emoción e intriga a la narración. En algunos momentos, los hechos alcanzan una alta tensión emotiva. En cuanto a los escenarios sociales, las intrigas y luchas de poder están especialmente bien contadas, siempre con ritmos intensos y progresivos. Las elipsis están bien estructuradas, a tiempo. Días antes de Trajano terminé Yo, Julia (del mismo autor) con un desarrollo histórico también bien desplegado y narrado. Otra cosa muy distinta es cuando entra en los espacios y comportamientos íntimos de los protagonistas y, especialmente en los hechos amorosos y hasta eróticos, en los que resulta bochornosamente cursi e intolerablemente cremoso, tanto que, si no fuera porque hay muy pocas situaciones de ese tipo (debe saber que eso no se le da bien), sería para olvidarse de este autor. Ejemplo: “Intimaban, se besaban, llegaban al éxtasis. Dormían… Él volvía a acariciarla y ella respondía con besos. Y lo repetían todo. Varias veces a lo largo de las horas sin luz. Hasta el alba”. Si además esa tórrida y arrebatada noche es la que sigue a todo un día en el que el protagonista participa en una cruenta batalla, no te queda más remedio que pensar que Posteguillo se está “quedando” con el lector; o que los romanos procedían del planeta Krypton y eran los primos fuertes de Superman. Otro párrafo: “El emperador le dio un beso afectuoso y viril en los labios y la dejó en la puerta de la tienda del Praetorium”. Escalofriante descripción del sumun de la felicidad del matrimonio imperial
Fotografía: detalle de la réplica de la columna trajana, del Museo de Historia Nacional de Rumanía, en Bucarest. Trajano fue importante en la historia rumana ya que fue el emperador que consolidó el dominio de Roma con las victorias sobre Décebalo, rey entonces de la Dacia (actual Rumanía).

Pepe Fuentes ·