9 JULIO 2020

© 2020 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2020
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 50
Fecha de diario
2020-07-09
Referencia
9056

DIARIO DE ENVEJECIMIENTO SIETE, del veintiuno de junio de dos mil veinte.
Hace una semana, un desastre relativo a la destrucción, por mi mano torpe, de todo el sistema de desagüe del fregadero, y el consecuente día y medio de reparación. Encima de mi evidente inepcia, me empeño en confirmarla asumiendo las reparaciones domésticas, que se convierten en odiseas con repetidas visitas a Leroy Merlín. Ayer, un nuevo desastre, más simple e infinitamente más catastrófico: tiré, accidentalmente, un vaso con te en la mesa de trabajo. El dichoso líquido se introdujo entre la mesa y el cristal que la cubre y estropeó las fotos que tenía expuestas. Eso me llevó, nervioso y contrariado, a levantar el cristal, para lo que tuve que quitar los objetos que tenía encima, entre ellos, tres discos duros externos. Uno de ellos se me cayó de las manos al suelo (diez TB), lo que supuso que se rompió por dentro hasta la completa inhabilitación y pérdida de ingente información ¡¡¡Tiene huevos!!! Un vaso se cae y a partir de ahí se desencadenan las catástrofes: pierdo 300 € y trabajo difícilmente recuperable. Mala suerte? Naty dice que no (no me compra la exculpación facilona de la suerte), que simplemente soy un atolondrado que no piensa de antemano cómo hacer las cosas. Tiene razón, ya lo creo. Mi proverbial ansiedad de toda la vida, ahora se ve incrementada por una cierta descoordinación física achacable a la incesante viejud que no para ni un solo minuto del día. Toda la compulsiva prisa que me acomete a todas horas tiene que ver con el hecho de que me ha dado por pensar, obsesivamente, que vivo en tiempo de descuento y que no tengo margen para hacer todo lo que me gustaría. Soy como un equipo de fútbol que necesita empatar un partido y pierde en los cinco minutos finales (todo le sale mal); sí, algo parecido me pasa a mí. A pesar de la presión con la que me atosigo y que me hace la vida imposible, el partido lo pierdo sí o sí…

Pepe Fuentes ·