DIARIO DE ENVEJECIMIENTO ONCE, del cinco de Julio de dos mil veinte (09:20 A.M.)
Hoy también me he levantado de buen humor (como el otro día), aunque me duela una rodilla. Antes, no me dolían (un jodido achaque, de esos que el otro día decía que no tenía). Sé por qué: un día sí y otro no hago cinta de andar deprisa, como si fuera un atleta, y eso ya no entra en mi vida sin provocar destrozos. Pero bueno, lo importe es que estoy de buen talante. Por qué? Porque ayer se me dio bien el día, a saber: trabajé bien (creo) en la creación de estilos de revelado digital (un día de estos hablaré del proceloso mundo en el que me he metido, completamente nuevo para mí), leí bastantes páginas, con aprovechamiento y satisfacción: A corazón abierto, de Elvira Lindo (gran escritora y parece que gran mujer, sin duda, y, por si fuera poco, talentosa, sincera, valiente y divertida), luego, por la noche, vimos una buena película: Una buena mujer (es difícil de encontrar). Ya lo creo. Hay muchas, pero, paradójicamente, son difíciles de encontrar, aunque yo, a lo largo de mi vida, todas, absolutamente todas con las que me he relacionado han sido buenísimas. Me trataron mejor de lo que merecía. Ninguna de ellas me desairó nunca. He tenido mucha suerte en eso. Y, finalmente, Naty, la mejor de todas para mí (lleva treinta años aguantándome estoicamente, como si me lo mereciera). Lo pasamos muy bien juntos: reímos francamente varias veces al día. Pero, esencialmente, hoy estoy contento porque me he levantado pensando que, aunque lo peor para los viejos es que tenemos una absurda y estúpida inclinación a morirnos (y a que nos duelan las rodillas), estamos, por fin, liberados de toda responsabilidad. Somos, por definición, irresponsables. Nadie nos va a pedir cuentas por nada (de los viejos nadie espera nada, tan solo que se mueran pronto y dejen de joder con sus achaques y manías), así que cortes de manga a todo dios, a cualquier hora del día o de la noche. A izquierda y derecha, arriba o abajo. Al mundo que le den, con todos dentro. Sí, esa íntima convicción me hace feliz, al menos hoy. Mañana ya veremos…
14 JULIO 2020
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