21 JULIO 2020

DIGRESIÓN OCHO. Uruguay (2004). Guion: Juan Pablo Rebella, Pablo Stoll y Gonzalo Delgado. Dirección: Juan Pablo Rebella, Pablo Stoll. Intérpretes: Andrés Pazos, Mirella Pascual, Jorge Bolani, Ana Katz, Daniel Hendler, Adrián Biniez, Leonor Svarcas y Romina Peluffo.
No, esta historia, de principio a fin, no afloja ni un solo momento. Se desarrolla en un ambiente gélido, inhóspito, desapacible, y aparentemente triste. La tristeza lo abarca todo, sin resquicios, y sin olvidar un solo detalle. Caras, expresiones, miradas que ves asombrado, sin pestañear, constatando que la tristeza integral y absoluta es posible. Y, por supuesto, también, la soledad. La máxima expresión de la tristeza, sublime sensación, alcanza su perfecta naturaleza cuando se entremezcla con la soledad. Ambas se complacen y complementan mórbidamente. Crecen y se desarrollan juntas hasta llegar a ser una misma materia emocional y, por lo tanto, interdependientes y adictivas. Por si faltara algo al cuadro clínico, los protagonistas también se sirven de grandísimas dosis de rutina y silencios. No falta nada y así pasa, que todo sale bien en la intención de los autores. Sí, y lo cuentan con una sintaxis plástica y cinematográfica abrumadora, desoladora, y para mayor sofisticación y adorno, expresionista con un sutil y esquinado sentido del humor. Rebella y Stoll, en esta película, me parecen geniales y, llamativamente, consiguen este altísimo nivel antes de cumplir treinta años (lamentablemente, Rebella, muere dos años después). Escenarios, ambientación y atrezo van más allá de lo idóneo para alcanzar la categoría de componentes imprescindibles para entender y percibir la textura dramática de la historia: la fábrica de calcetines, el coche y la casa de Jacobo Köller, el desangelado balneario, el vestuario; hasta un partido de fútbol resulta de una aplastante tristeza. Para mayor énfasis, como apenas remarcado telón de fondo, la rigidez de una cierta ortodoxia judía, aunque desganada y hasta parece que descreída. La película no llegaría tan lejos sin la interpretación de Carlos Pazos (Jacobo), Mirella Pascual (Marta) y en segundo plano Jorge Bolani (Herman, el hermano de Jacobo). Insuperables. No es concebible la historia sin ellos. Grandísima película.