1 OCTUBRE 2020

DIGRESIÓN UNA. Oleg y las raras artes. España (2016). Guion y dirección. Andrés Duque. Fotografía: Carmen Torres. Música: Oleg Karavaychuk.
Documental biográfico sobre Oleg Karavaychuk. Asombrosa y bellísima aproximación a este músico completamente desconocido para mí. Me impresionó el personaje, encarnación pura del talento artístico, su música, originalísima y arrebatada, y el tratamiento respetuoso, sutil y estéticamente sublime, de Andrés Duque, al que tampoco conozco. Como único personaje aparece el propio Oleg, de 89 años, con una imagen personalísima y única (por sí solo es un espectáculo viviente), hablando de su mundo, de su inimitable estilo de percibir la vida y, sobre todo, la música. Hechiza ver las manos sarmentosas de Oleg interpretando una creación propia al piano, observar su cuerpo y sus expresiones faciales poseído por una vehemente inspiración que irradia la sensación de que, Oleg y su piano, son un mismo cuerpo y espíritu. El modo de manejar el lenguaje pianístico de creación, o tal vez improvisación, hacía que me acordara del mundo creativo de Win Mertens o Keith Jarret, pero de eso no estoy seguro porque sé poco del mundo de la música. En todo caso, por edad y obra realizada, sería precursor de esos dos músicos y otros. La cámara filma en un primerísimo plano a Oleg, tanto su cuerpo, sus ensimismadas impresiones, como su estilo único de hacer música, y lo hace con sabiduría sensibilidad y belleza. Impresionante aproximación, precisamente el mismo año en el que el músico murió. Menos mal que Duque llegó a tiempo para que no nos perdiéramos el espectáculo viviente que fue Oleg.