DIARIO de las otras COSAS 9.
…Sábado, tres de octubre, un poco más tarde (por la mañana):
Después de casi una hora de conversación con mi querido amigo en la que fluctuamos desde la lúcida desesperanza al irracional, animoso e imposible vitalismo (dado los tiempos que corren), decidimos despedirnos y dar por finalizada la poco resolutiva conversación. Al menos, deseo que para él resultara consoladora, aunque solo fuera por sentirse escuchado. Es difícil atisbar rayos de luz en el peor escenario posible, con un país que galopa desbocado hacia la autodestrucción, y no solo por la persistente, destructiva y rencorosa pandemia. Cerca del depósito de agua destruido hay un yacimiento de grava, también medio abandonado, en el que han dejado plantada maquinaria oxidada que, muy probablemente, permanecerá décadas o siglos afeando el entorno. No obstante, en esas localizaciones, puedes encontrarte con formas inesperadas que fotográficamente funcionen. A mí por supuesto que sí, aunque soy consciente de que son recursos fáciles, sin trascendencia. A pesar de que estas imágenes no formarán parte de nada nunca, me lo paso bien conjugando texturas y formas posibles. Esa mañana realicé en torno a diez fotografías, de las que me han servido cuatro: tan solo para este diario. Por la tarde, las revelé (no como antes que no lo hacía hasta semanas o meses después).
16 OCTUBRE 2020
© 2020 pepe fuentes