17 OCTUBRE 2020

© 2013 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2013
Localizacion
Rodalquilar (Almería)
Soporte de imagen
-35 MM- ILFORD SFX. 200 (800)
Fecha de diario
2020-10-17
Referencia
6675

DIGRESIÓN SEIS (1). La buena suerte, de Rosa Montero (2020) Ebook. Pengüin Random House .
Nunca he sido lector de la señora Montero. Por algo será, me digo ahora, que lo he sido durante unas horas, bastante idiotas, por cierto. Leí alguna novela ya hace mucho tiempo y me dije que no debía insistir. Sin embargo, sí he leído muchos artículos suyos, en los que siempre da muestras de un buenismo bastante impropio de una señora que ya está en la provecta edad. Yo también, por eso no he entendido la mirífica historia de seres que finalmente, después de incontables penalidades, llegan a ser inmensamente felices, primaverales y hasta cremosos. Pero claro, ya lo dice el título; toda una alarma de las aviesas intenciones de la señora Montero, que no son otras que demostrarnos que la suerte está acechando a todas horas, por muy mal que pinten las cosas, y que debemos estar ciegos para no verla. La única virtud de este relato trufado de simplista maniqueísmo (el mundo francamente dividido entre buenos y malos, sin saber muy bien por qué) es el comienzo, el arranque de la narración, que es tan bueno que me hizo continuar con la novela hasta casi el final: “Ese hombre lleva sin levantar la cabeza del portátil desde que hemos salido de Madrid…”, pero, poco a poco, el curso de la narración llegó a exasperarme tanto que abandoné la lectura cincuenta páginas antes del final. Estaba exhausto de tanta buena suerte. Tal vez, los que ya estamos cansados de tanta mala suerte, queramos pararnos a descansar un poquito para congraciarnos con la vida y eso es lo que, a priori, prometía la señora Montero, por lo que es imperdonable que nos engañe, que estafe a los bienintencionados lectores (mi caso), porque lo que hace realmente es colocarnos su buenista y  confiada filosofía vital (prefiero, indudablemente, la metaliteratura desgarrada) o, dicho de otro modo, mete de hoz y coz su catálogo de esperanzada fe en que la -vida es bella-. Los personajes no son seres vivos de verdad, sino tan solo guiñoles funcionales que colocan el “mensaje” de la señora Montero. Hasta una imposible historia de amor contiene la novelita, indudablemente favorecida por la “buena suerte” que todo lo impregna, en un pueblo también imposible, desastroso y de sombría fealdad…

Pepe Fuentes ·