22 OCTUBRE 2020

© 2020 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2020
Localizacion
TV. Película Naturaleza muerta, de Jia Zhangke
Soporte de imagen
DIGITAL (3200)
Fecha de diario
2020-10-22
Referencia
9435

DIGRESIÓN NUEVE. Naturaleza muerta (Sanxia haoren-Still Life), China (2006). Guion: Jia Zhangke, Na Guan, Jiamin Sun. Dirección: Jia Zhangke. Música: Lim Giong, Fotografía: Nelson Yu. Intérpretes: Zhao Tao, Sanming Han, Zhou Lan, Lizhen Ma, Wang Hongwei, Li Bin, Jianlin.
El minero Han Sanming va a Fengjie a buscar a su mujer después de dieciséis años sin verse. De semblante adusto, silencioso, y cuerpo contraído, machacado por el duro trabajo de minero en la provincia de Shanxi, siente un intenso deseo de ver a su mujer y a su hija. Hay otra historia que transcurre en paralelo, aunque sin conexión entre ambas: la enfermera Shen Hong busca a su marido (hace dos años que él se marchó), para decirle que se ha enamorado de otro hombre y que desea que firme los papeles del divorcio. Ambos reencuentros suceden al pie mismo de la presa de las Tres Gargantas en tristísimas ceremonias de encuentro, desencuentro y despedida, de seca pero intensa emotividad. Creo que ambas historias le sirven a Jia Zhangke como hilo de Ariadna, conductor y vertebrador para mostrar un drama de mucho mayor calado: las consecuencias naturales y humanas de la construcción de la gran presa (la mayor del mundo), que supuso la devastación de una inmensa zona y el hundimiento de cientos de ciudades y aldeas. La retención del curso del río Yangtze supuso que el nivel del agua, en el entorno de la presa, ascendiera 157 metros. Jia Zhangke se acerca con pulcritud expresiva y espíritu incisivo, a veces amable y hasta con ácido sentido del humor, a las personas afectadas con las que se van encontrando ambos protagonistas. Muestra sin ambages el embrutecimiento de hombres que trabajan por un sueldo miserable en trabajos absurdos, como el de derribar con mazas pueblos enteros que serán cubiertos por el agua. La fotografía del entorno natural, de las montañas y poblaciones que se agolpan en la ribera del río es de una convulsa y triste belleza. La cámara avanza lenta, recreándose en los encuadres, como si amara melancólicamente todo lo que filtra a través del objetivo, tanto paisajes, ambientes y personas. Película grande de la que hacen que se queden prendidas en la memoria imágenes inauditas.

Pepe Fuentes ·