EL MAPA DE LOS DÍAS
13. SÁBADO (12 de Diciembre).
Amaneció un día lleno de sol, sin amenaza alguna de nubes y sombras. Decidí ir a Noez, pequeño pueblo a veinte kilómetros de mi casa. Probablemente, hace mil años, quienes fueran, decidieron levantarlo en una llanura, junto a una montaña pequeña (o un cerro grande) que se divisa desde todo el contorno. Siempre que he ido he subido al cerro, a mirar y fotografiar. Me siento vinculado a ese pueblo desde siempre, íntimamente, porque en él nació mi madre, y la suya, y la madre de su madre, y así hasta no sé cuántas generaciones (quiero pensar, porque a ciencia cierta no tengo ni idea). Nunca me acerco al poblado, quizá por la vergüenza de no saber ubicar la geografía sentimental de mi madre: nunca supe cuál fue la calle y la casa donde nació y dónde vivió; dónde jugó de niña o dónde estaba su colegio (al que tan solo fue uno o dos años, hasta que estalló la maldita guerra y todo se malogró); dónde trabajó en su niñez y primera juventud. Qué lástima no haber hablado con ella sobre sus primeros pasos en la vida. Me temo que no sientes que esas preguntas, esas conversaciones absolutamente esenciales, son imprescindibles hasta que ya son imposibles, y te das cuenta de que esa posibilidad está irremisiblemente perdida por inconsciencia, torpeza o estupidez. Los vacíos que no has rellenado con memoria cumplida duelen en lo más íntimo, cada día más. Cuanto más tiempo pasa, más ahonda la culpa, esa indestructible y rencorosa compañera. Sientes que no has sido considerado y justo con tus procreadores y tus antepasados y que, precisamente por ese creciente malestar, eres menos, mucho menos de lo que ya sospechabas…
La Fotografía: Subí andando a la cumbre, cargado con la cámara y un trípode. No fotografíe el pueblo desde la altura porque había un fuerte contraluz. Sin embargo, sí fotografié un cartel colocado en la cima que indica la situación de la estrella Polaris (estrella polar), tan recurrente para marineros, a pesar de que yo no lo soy. Mis medio paisanos, los noeceños, tampoco creo que tengan mucho que ver con la marinería.