DIGRESIÓN UNA. Shubûn (Escándalo). Japón (1950). Guion: Akira Kurosawa y Ryuzo Kikushima. Dirección: Akira Kurosawa. Intérpretes: Toshirô Mifune, Shiley Yamaguchi, Noriko Sengeku, Eitarô Ozawa, Takashi Shimura, Shinichi Himori.
Película de maestro, sin duda. Admiro profundamente la obra de Kurosawa, entre las más grandes de la historia del cine. Esta película es sencilla en su concepción (entonces el cine era otro), pero precisa, directa, intensa y emotiva. Plantea narrativamente los valores que quiere transmitir de un modo sencillo pero radical, sin ambages ni circunloquios. Los mensajes, pertinentes siempre: la inviolabilidad de la vida íntima y privada, la importancia de la lealtad, de la honestidad, y la condena radical de la corrupción. Todo ello, encarnado en unos personajes buenos, compasivos, lúcidos y valientes. El relato, además, se compadece de las debilidades humanas y abriga compasivamente al corrupto abogado de los demandantes (la cantante Miyako y el pintor Aoe) con un halo de comprensión y humanidad (espléndido personaje, interpretado por un magnífico actor, frecuente en el cine de Kurosawa hasta poco antes de su muerte: Takashi Shimura). Disfruté de la película, siempre es así con el cine del maestro, pero el hecho de traerla al diario tiene que ver con la imagen elegida, que alude a una coincidencia meramente temporal, tanto en la película como ahora mismo (un comienzo de año). Eso sí, con setenta de intervalo ¡¡¡Cuánto y qué poco han cambiado las cosas!!!
2 ENERO 2021
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