DIARIO DE REVELADO (New Age)
VEINTINUEVE, del trece de noviembre de dos mil veinte (viernes)
Acabo de terminar de revelar la serie de China. Sigo atónito y algo confundido con este empeño. También algo viejo para entender bien ciertas innovaciones. Recientemente, en el mundo de mi New Age fotográfica, ha habido una novedad, concretamente uno de los programas que utilizo, Lightroom Classic, ha incorporado una nueva versión (10), en la que ha aumentado tres nuevos estilos de revelado, a saber: Mate frío, Sombras frías e iluminaciones cálidas y Cálido y dramático. Me ha llamado la atención la curiosa combinación de calidez y frialdad en un mismo estilo y, por si fuera poca la creatividad de los que diseñan las potencialidades del programa, en el tercer estilo añaden una cualidad que, teóricamente, intervendrá en los contenidos expresivos de la imagen más allá del mero y aséptico formalismo cromático, y que, según prometen, será nada menos que un aspecto contundente como es el dramatismo. Claro, pienso, dejándome llevar por el entusiasmo de la sorpresa, está muy bien que la tecnología digital eche una mano a los pobres fotógrafos a la hora de enfatizar y subrayar expresiones y mensajes. Llegará un momento en el que bastará con dictar a un dispositivo las características de la imagen deseada, a la que se podrán añadir efectos especiales para dotarla de expresividades dulces o amargas; dramáticas o felices; primaverales o invernales; amorosas u odiosas; contaminantes o ecologistas… y así hasta al infinito. Podrán crearse imágenes sin coger una cámara y ni tan siquiera levantarse de la cama, solo con pensarlas será suficiente; o mejor soñarlas y ni siquiera despertarte. No quiero vivir en un mundo así, y no lo haré (me moriré antes). Lo del tiempo de vida finito está realmente muy bien pensado.
La fotografía (de la serie Miscelánea, de China): realizada en una especie de parque de los Dioses (no había representación de Mao, porque el parque estaba en Hong Kong). Se trataba de un muestrario alucinante de ínfima calidad escultórica; tanto, que parecía una especie de burdo sarcasmo de inspiración teológica. Como era absurdo y casi, diría, irreverente, me dediqué a fotografiar durante un buen rato con tan poco aprovechamiento como los artífices de semejante despropósito estético. Ahora, en el revelado, he aplicado, como primera intervención en la imagen, el estilo Cálido y dramático (de Lightroom), luego lo he mezclado con dos estilos propios en Capture, salpimentando con algunos ajustes como acabado final. ¡¡¡Creo que me ha quedado bien el experimento!!! Porque, como se puede ver, la imagen tiene calidez y dramatismo al mismo tiempo. Qué gracia tiene todo este asunto de mi New Age fotográfica.