DIGRESIÓN CINCO. Dirty God (Dios Sucio). Holanda (2019). Guion: Susie Farrell y Sacha Polak. Dirección: Sacha Polak. Intérpretes: Vicky Knight, Katherine Kelly, Rebecca Stone, Bluey Robinson, Dana Marienci, Eliza Brady-Girard.
Escenificación cinematográfica de una tragedia que sucede con escalofriante frecuencia: agresiones a mujeres por hombres desalmados. En este caso, una mujer joven atacada con ácido por su expareja. Parte de su cara, pecho, brazos y manos resultan abrasados. A partir de esa inmensa e injusta desgracia tendrá que reconstruir su vida junto a su pequeña hija. No es fácil soportar la versión naturalista que propone Polak, por la verosimilitud y el desaliento que supone constatar el inmenso dolor que es capaz de provocar un loco desalmado, del que nada sabemos a lo largo de la narración. Un acierto por parte del guion ya que, al no tener que mirarle a los ojos, resulta más monstruoso si cabe.
Por si fuera poca la desgracia, la víctima tiene que soportar todo tipo de injustas consecuencias en su intento de recuperar su vida. La actriz protagonista, Vicky Knight, tiene la cara abrasada (fue víctima de un incendio cuando era niña) y cuenta (Wikipedia) la sistemática crueldad gratuita e insultos que ha tenido que soportar a lo largo de su vida (colegios, círculos sociales, etc.). El ser humano en su peor versión, tan frecuente e insoportable. Independientemente de la áspera dureza de la historia, Polak construye y desarrolla una narración potente y creíble, bien interpretada y de ritmo ajustado.
19 FEBRERO 2021
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