16 MARZO 2021

LOS MICROVIAJES: Castillos del Campo de Montiel (1)
Viernes, veintiséis de febrero de dos mil veintiuno.
En realidad, solo fueron dos castillos (no sé cuántos puede haber, pero deben ser más, seguro).
Por la mañana temprano, sentado en el último escalón de la escalera interior de mi casa, frente a la puerta de entrada (y salida) y con Charlie tumbado a mis pies, me esforzaba pensando dónde podríamos ir. No tenía ni idea. No me concentraba lo suficiente. La decisión me tocaba a mí dado que llevo la parte analógica de nuestras vidas; Naty se ocupa de la digital.
Por fin salimos de casa, nos sentamos en el coche y yo todavía no sabía hacia dónde dirigirnos. Naty, con las manos en el volante (ella también se encarga de algunas de las cosas analógicas), se giró hacía mí con un gran interrogante en su mirada. Dije, a la desesperada: -a La Mancha, vamos a La Mancha-, poniéndome determinante con una seguridad que no tenía. El jueves mismo había comprado una guía de Rutas para descubrir la España vacía, por si conseguía alguna idea. En ese libro, profusamente ilustrado a pesar de ser una edición digital, había una ruta de La Mancha, y eso fue providencial porque me inspiró.
El problema es que estaba muy lejos, pero prisa no teníamos.
El coche tiene instalado un navegador idiota (nunca comprende lo que le indicas, siempre contesta… perdón?, haciéndose el tonto y consiguiéndolo). Fue imposible hacerle entender que queríamos ir a Villanueva de los Infantes; su estúpida lógica era: ir a Villanueva, calle Infantes, y así una y otra vez (para él las palabras tienen que ser de una en una). Le ayudamos cambiando a un destino de una sola: Villamanrique, que pillaba cerca, y así lo entendió. Debe ser porque el coche es japonés, o por cualquier otra causa que desconozco. No sé.
La primera parada fue en el embalse de Mari Sánchez (La Cabezuela), cerca de Valdepeñas, desde donde nos habíamos desviado en dirección a Cózar y Torre de Juan Abad, nuestro destino principal (por el momento) …
La fotografía: El embalse, sin más. En internet hay fotos mucho mejores de lo que más bien parecía un charco grande; a mí, tan solo me salió ésta.