31 MARZO 2021

© 2021 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2021
Localizacion
TV. Película:Cenizas y Diamantes, de Andrzej Wajda
Soporte de imagen
DIGITAL 6400
Fecha de diario
2021-03-31
Referencia
8796

DIGRESIÓN ONCE. Popió I Diament (Cenizas y Diamantes). Polonia (1958). Guion: Andrzej Wajda y Jerzy Andrzejewski. Dirección: Andrzej Wajda. Fotografía: Jerzy Woljcik. Intérpretes: Zbigniew Cybulski, Ewa Krzyzewska, Adam Pawlikowski, Bogumil Kobiela, Jan Ciecierski, Stanislaw Milski, Halina Kwiatkowska.
Tercera entrega sobre la guerra y una apasionada historia de amor. Ambas vertientes de esta magnífica película son espléndidas y memorables. También la fotografía, de un blanco y negro crítico, de una intensidad expresionista de altísimo riesgo y emoción. Nada sé de la historia de Polonia, salvo que, a grandes rasgos, fue un país con muy mala suerte en el siglo pasado (antes también) por tener unos vecinos terriblemente peligrosos. Primero, la costosa consecución de la independencia después de la primera gran guerra; más tarde, fueron arrasados por los nazis en la segunda e, inmediatamente después, la instauración del comunismo bajo la tutela de los soviéticos que sufrieron a lo largo de los cuarenta y cinco años siguientes. Sí, muy mala suerte. Esta trilogía, y toda la obra de Wajda, nace y está impregnada de la cultura, avatares y destino de su país. No obstante, este genial realizador está muy lejos de ser un documentalista, dado que mezcla sus ficciones literarias y cinematográficas con el contexto histórico, manteniendo una insobornable independencia como creador. Sus películas tienen entidad por sí mismas, sin subordinarse a nada que no sea la propia creación. En ésta, sin ir más lejos, crece una poderosa y agónica historia de amor, al mismo tiempo que refleja el convulso momento de la capitulación de la Alemania nazi, y el posicionamiento de las diversas fuerzas ideológicas que aspiraban al control político de Polonia. Realizada tan solo trece años después del momento histórico que esboza, es una creación cinematográfica en estado puro, con escenificaciones plenas de dramatismo y salpicadas de guiños surrealistas muy del estilo de Federico Fellini, del que fue contemporáneo, pero ya ambos inmersos en un neorrealismo que abría otras vías de expresión cinematográficas europeas. Película extraordinaria, de una fuerza y dramatismo perdurable. Seguiré visitando la obra de este grandísimo creador.

Pepe Fuentes ·