8 ABRIL 2021

© 2021 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2021
Localizacion
Calzada de Calatrava (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 320
Fecha de diario
2021-04-08
Referencia
8765

LOS MICROVIAJES: Los Calatravos (3)
Viernes, veintiséis de marzo de dos mil veintiuno.
… Continuamos viaje hacia Aldea del Rey y Calzada de Calatrava (64 Km), donde teníamos intención de comer antes de la siguiente visita, por la tarde ya.
Primero exploramos Aldea del Rey. Llegamos hasta la plaza, donde solemos encontrar algún bar para comer unas raciones. Negativo: lo único que nos ofrecieron, de mala gana, fue prepararnos unos bocadillos. Declinamos.
Nos dirigimos a Calzada, que se encontraba muy cerca, y allí, en la plaza del Ayuntamiento, un solo bar ofrecía terraza y raciones, además de cerveza. Nos pareció estupendo. Tan solo había una o dos mesas ocupadas por gente que hablaba a gritos sin necesidad (es un mal nacional).
La oferta de raciones era exigua, aparte de aburrida hasta el desistimiento. Pedimos dos: calamares fritos y carne al ajillo (ambas baratas). Los calamares rezumaban grasa de aspecto negruzco, por lo que me temo que estaban cocinados con aceite refrito. En cuanto a la carne al ajillo, eran unos trocitos duros que nadaban en aceite. Postre no tenían y de la calidad del café mejor no hablar (tuve toda la tarde ardor de estómago por culpa de ese maldito brebaje). Gastronómicamente, la experiencia bordeó la agresión injustificada.
De pronto, e inesperadamente, la calidad del Microviaje había bajado con estrépito.
Por si era pequeño nuestro naufragio en la plaza de Calzada, Charlie Brown se encargó de matizarlo y agrandarlo: vio que se acercaba un señor en una silla de ruedas motorizada y comenzó a ladrarle furiosamente (seguramente no conocía semejante medio de transporte). Ladraba, asustado, con una energía intimidatoria, pero no la suficiente para que el señor se acobardara, porque no se le ocurrió otra cosa que acercarse para saludar personalmente a nuestro Charlie e incluso entablar amistad con él. Naty, lo tenía sujeto fuertemente por el collar, pero el señor se propuso, imprudentemente, acercarle la mano; Naty le advirtió que no lo hiciera, que no se dejaba tocar por nadie, nunca. Él se mostró muy suficiente, como diciendo, verás como a mí no me hace nada y claro, menos mal que Naty interpuso su mano entre Charlie y la del señor, porque nuestro perrito se revolvió con una determinación que daba miedo. La lógica de nuestro perrito es irrebatible, impecable desde la perspectiva humana, ya que, las personas civilizadas, no vamos por la calle tocando a desconocidos porque sí. Él, con sus categóricas reacciones, viene a decir: -si yo no me acerco a nadie, y mucho menos toco a persona alguna, por qué las personas se empeñan en tocarme a mí; no, no tiene ningún sentido y no lo consentiré-. Y no lo hace, ya lo creo.  El problema es que hay gente que no maneja esa lógica. El señor no se tomó a mal el incidente y le dijo a Charlie desde su silla: -me voy, pero que conste que el problema no lo tengo yo, sino tú-. Discutible el argumento, pero eso a Charlie le dio completamente igual. Ni se inmutó. Poco después, vino otro tipo, por detrás (no le vi llegar) y acercó la mano para tocarle, y volvió a pasar lo mismo: Charlie se revolvió gruñendo con agresividad. Y es que no: él tan solo reacciona cuando percibe que intentan tocarle, si no, no hay problema por muy cerca que estén de él. La causa, me parece, es que siente miedo hacia los desconocidos (supone que le harán daño). Más o menos como nos pasa a todos, aunque las gentes no nos atrevamos a morder y tan solo pongamos cara de no querer saber nada…
La Fotografía: La plaza del Ayuntamiento de Calzada de Calatrava, sin nadie.
Los pueblos que cruzamos a lo largo del día se encontraban, prácticamente todos, con sus calles y plazas vacías. En parte por la pandemia, supongo, en parte porque los habitantes de los pueblos manchegos no suelen ser expansivos y, desde luego, poco amigos de callejear, también supongo. Más bien, parece que prefieran vivir hacia dentro y eso lo entiendo muy bien, ya que yo soy como ellos (supongo)…

Pepe Fuentes ·