15 MAYO 2021

LOS MICROVIAJES: Cuenca y la Ciudad Encantada (4)
Viernes, siete Mayo de dos mil veintiuno
Vivo en una ciudad cercana (180 km): compartimos cultura, historia, presente y futuro, pero la gran diferencia radica en que la mía está dominada por la sombra y penumbrosos interiores, mientras que Cuenca, por el contrario, es pura luz. Todos los puntos de la cresta a la que está subida ofrecen a la mirada un plano de fuga, un cortado abismal desde el que se puede volar hacia un horizonte que es promesa de formas inauditas y bellezas inagotables. La ciudad está articulada morfológicamente a partir de las religiones que la inspiraron (judíos, árabes, y especialmente cristianos) pero, al contrario que otras, de profusa arquitectura religiosa, muy marcadas por el silencio y la contrición, Cuenca ofrece espacios abiertos y luz a raudales. En Cuenca no siento ni la pesada oscuridad de las ciudades antiguas ni la trivialidad de las arquitecturas funcionales de las zonas y ciudades modernas, sino un equilibrio pleno de sabia armonía entre el antes y el ahora. Es una de las más bellas ciudades que he tenido oportunidad de ver y lo afirmo solemnemente, sin que la más remota sombra de duda empañe esta convicción…
La Fotografía: El siguiente enclave que visitamos después de la gratísima comida fue la Plaza de la Merced, la más monumental de la ciudad, que alberga las fachadas barrocas de la Iglesia de la Merced, el Seminario Conciliar de S. Julián y el edificio del Museo de las Ciencias de Castilla La Mancha.