21 MAYO 2021

© 2021 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2021
Localizacion
Calatrava la Nueva, Ciudad Real (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 320
Fecha de diario
2021-05-21
Referencia
8777

DICCIONARIO  DEL TONTO

PATRIA: “Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos”. RAE
Me gusta esta acepción, aunque yo añadiría una referencia a los vínculos culturales, tan esenciales siempre.
El diccionario etimológico hace referencia a la tierra paterna, es decir, la de los antepasados.
Lo he dicho muchas veces en este diario: me siento español. Todos mis antepasados conocidos para mí son de aquí pero, quizá, racional y escépticamente (como debería aspirar a ser cualquier persona de bien), eso no signifique gran cosa más allá de la pura sentimentalidad.
No obstante, no puedo evitar sentirme español; aunque, jamás, por nada del mundo, sectario, excluyente, racista o cualquiera de las aberraciones agresivas que algunos seres humanos han creado contra otros por la estúpida razón de que pertenezcan a otros ámbitos o por el mero hecho de ser diferentes. Podría morir defendiendo el universalismo y la igualdad de todos los seres humanos.
Por eso, ahora que España es agredida desde tantos frentes, inclusive por gentes que han nacido y crecido en su territorio y, en el colmo del más absoluto despropósito e inmoralidad, por sus gobernantes, siento un gran enfado, y también tristeza porque no alcanzo a entender tan incomprensible desafección e incongruencia ética.
Muchísima gente, demasiada, que además detenta un inmenso poder, no parece que sienta ningún respeto hacia la tierra de sus antepasados, su historia y cultura. Solo les importa el poder que ejercen y, esta tierra, hacia la que deberían sentir un respeto sacrosanto, tan solo la utilizan como escenario donde representar y satisfacer sus primarias y despreciables vanidades.
Hace ya cien años, en La España invertebrada, Ortega y Gasset escribió: “España es el país más anormal de Europa”. La situación a lo largo de estos últimos 100 años ha empeorado sensiblemente. La España actual está más invertebrada que en la época de Ortega, lo cual dice muy poco de los responsables políticos que hemos tenido desde entonces, con especial mención a la época aparentemente democrática que es la que más ha contribuido a la descomposición territorial y cultural.
Ya desde la más remota antigüedad, en aquel tiempo en el que florecieron las culturas de las que procedemos, nuestros antepasados sabían que las deslealtades eran imperdonables y legislaron duramente contra ellas. Todo menos la traición al propio pueblo y cultura porque es apuñalar traicioneramente a quien te ha sostenido y te ha hecho persona: sin el entorno que nos acogió y protegió cuando nacimos no habríamos sobrevivido.
Ahora, en España, a los traidores se les aplaude, se les financia, se les permite gobernarnos mediante un chantaje continuado y se les indulta en caso de que delincan.
Tengo la impresión de que todo lo que estoy escribiendo me está saliendo muy clásico, nada original. Parece que defienda un concepto ya periclitado, superado para un humanismo moderno y universalista; de hecho, muchos autores hacia los que siento un gran respeto se muestran muy críticos hacia el concepto de patria, a la que señalan como origen y fuente de muchos de los males de la humanidad. Podría citar desde Cioran a George Bernard Shaw pero tan solo me quedaré con Ambrose Bierce, genio tutelar de este Diccionario (del Tonto), a partir del mal entendido amor a la Patria: PATRIOTISMO: Basura combustible siempre dispuesta para que la incendie la antorcha de cualquier ambicioso que quiera iluminar su propio nombre”.
En mi defensa solo diré que no soy de los que se envuelven en una bandera, y mucho menos hago de la patria una seña de identidad que sostenga mis desconciertos; solamente se trata de que me desagrada profundamente que mancillen nuestra historia, nuestra tierra, nuestra cultura y nuestra lengua.
La Fotografía: La bandera de España, ondeando en uno de los muchos enclaves simbólicos e históricos de la articulación territorial de lo que ahora ya nadie quiere reconocer como Patria (tierra de nuestros padres). Yo, todavía sí, y también me gusta esta bandera, no tanto porque sea bonita sino porque la siento como propia.

Pepe Fuentes ·