DIGRESIÓN DOS. Nuevo orden. México (2020). Guion y dirección: Michel Franco. Música: Dmitri Shostakovich. Intérpretes: Naian González, Diego Boneta, Mónica del Carmen, Darío Yazbek Bernal, Fernando Cuautle, Eligio Meléndez, Lisa Owen, Patricia Bernal, Enrique Singer, Gustavo Sánchez.
Sencillamente brutal, espeluznante y posible. Nada que tenga que ver con el género humano es imposible, por muy escalofriante que sea. En la narración, coinciden unas protestas sociales (desheredados contra clases altas), que conllevan la aniquilación de las víctimas mediante la depredación y la muerte, con un golpe de estado en el que el ejército se une a la destrucción, saqueo y muerte indiscriminada de la población. La excepcionalidad de la película radica en la perfecta orquestación de una realización que consigue ordenar, en una sucesión de tempos narrativos cinematográficos precisos, el caos más sobrecogedor. Desde el primer minuto te ves envuelto, es más, inmerso en los escenarios y hechos: desde el tranquilo y festivo comportamiento de los invitados a una boda de la alta burguesía, hasta el abrupto salto a una situación de terror general donde, de pronto, compruebas que la seguridad desaparece absolutamente y que cualquiera puede morir víctima del fuego cruzado, impunemente. Michel Franco consigue situarte en el centro mismo de la distopía más terrorífica y que la sientas como inmediata y posible, lo que te conecta inquietantemente con la vulnerabilidad que en cualquier momento podría ser posible. Solo se precisa que alguien situado en una instancia de poder absoluto (o no tanto) dé la orden de aniquilación y, entonces, todos a morir porque la población civil, pacífica y desarmada, somos carne de cañón, aunque nos parezca imposible. Pavorosa distopía casi de obligada visión, no solo por su calidad, sino para que no olvidemos hasta qué punto nuestro orden social y político es vulnerable y puede ser arrollado impunemente.
24 JUNIO 2021
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