28 JUNIO 2021

© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Huecas, Toledo
Soporte de imagen
DIGITAL (100)
Fecha de diario
2021-06-28
Referencia
9667

DIGRESIÓN CUATRO (1). Contra la España vacía, de Sergio del Molino (2021). Ebook. Edit. Penguin Random House (2021)
Del Molino es otro de mis escritores de cabecera del que he leído, creo, todos los libros que ha editado (excepto La hora violeta, porque la suponía tristísima). La España vacía me gustó pero no la traje a este diario. Fue una obra publicada en dos mil quince y de gran éxito; por lo que quiera que sea, ahora, su autor la ha matado con el título de esta segunda (tiene mucha gracia el juego paradójico y dialéctico). El autor lo ha hecho así porque está en profundo desacuerdo con la primera (él lo ha explicado en entrevistas, las he leído, pero ahora no recuerdo las razones que ofrece). O, tal vez, se trata de una estrategia comercial que, en el mejor de los casos, resultaría sospechosa.
Comencé su lectura muy interesado y la continué con arrebatado entusiasmo hasta la mitad y, a partir de ahí, fui paulatinamente perdiendo interés hasta que casi me costó terminar la lectura. Esa impresión, de un tipo tan poco letrado como yo, carece de importancia porque el ensayo es de gran valor. Del Molino es un hombre de vastas lecturas, gran amenidad en su prosa, matizadas y variadas aportaciones en todo lo que escribe y afinados análisis sobre el panorama sociopolítico español.
En esta última obra comienza perfilando, con gran sentido del humor, un arquetipo de nuestro panorama social y cultural al que llama pijoprogre, clase a la que él se adscribe.
Solo daré una breve pincelada sobre el que creo que es el núcleo de la reflexión de su obra, que más bien parece un bien fundamentado anhelo por mantener el orden imprescindible en nuestro malherido Estado: se muestra firmemente partidario del patriotismo constitucional y de la democracia liberal. Dice: “La comunidad llamada España sigue siendo posible, tiene mitos, ciudades y gente cómoda en sus zapatos que acepta el país legado y puede narrarlo, criticarlo y mejorarlo sin corregir su historia ni diseñar utopías de terror”. Con utopías de terror se refiere a los populismos, esa fea puesta en escena política, simplista y mostrenca. Tiene razón en eso pero olvida que la situación está fuera de control (atención a la última y vejatoria acción del gobierno: los increíbles indultos, que parecen algo que tiene mucho que ver con la cabecita de los pijoprogres que menciona del Molino). En su lúcido y bondadoso ensayo (comercialmente no conviene sacar los pies del tiesto), tampoco los nacionalistas se salvan de una bien argumentada descalificación…

Pepe Fuentes ·