DIGRESIÓN CINCO (y 2). Contra la España vacía, de Sergio del Molino (2021). Ebook. Edit. Penguin Random House (2021)
…Estoy de acuerdo en casi todo con Sergio del Molino pero hay una sutil, o tal vez gorda, diferencia entre él y yo: mientras que él recurre a lo políticamente correcto, pacífica solución de pijoprogre, fiándolo a la metáfora-milagro de Saulo cayéndose del caballo, según la cual el país se recompondría idealmente y daría un volantazo hacia el orden y la sensatez (ojalá) y como si todos, súbitamente, por ciencia infusa o mágicamente, deviniéramos en listos, sensatos y cultos (con tantas lecturas como las que él tiene), yo, por el contrario, no creo que eso pueda suceder nunca. Es más, temo la proximidad de momentos de -ruido y furia que nada signifiquen– (parafraseo a Shakespeare) más allá de nuestra propia destrucción. No, del Molino, estamos en un momento en el que los populismos son inevitables a partir de una deriva fatal, indulgente y autocomplaciente de la democracia liberal que tanto nos gusta (a mí también). Como escribió Sánchez Ferlosio: “Lo más sospechoso de las soluciones es que se las encuentra siempre que se quiere”.
La solución, para nuestro malhadado país, es imposible desde un voluntarismo blando, mirífico y sosamente bien intencionado. Quizá tampoco desde los populismos, y mucho menos desde los nacionalismos racistas (tan solo inauditas aberraciones morales). Me pregunto qué estrategia sería necesaria para parar y parar y parar tanto desmán. Temo que con propuestas y acciones determinantes y enérgicas, y mira tú por donde a eso se le califica de populismo y de -ultra-. O, dicho de otro modo, una vez fracasadas las buenas maneras habrá que dar un puñetazo en la mesa, porque si no, No.
Me temo que me estoy colocando en el lado populista sin serlo ni desearlo pero, por favor, que alguien me libre de este retorcimiento, sobre todo estético. No quisiera tener que recurrir a agitar una bandera desteñida, como dice él. A pesar de que soy renuente a comulgar tan solo con buenos deseos, esta obra es absolutamente recomendable por inteligente, sustentada con talento y buenas y abundantes lecturas; salvo por algunas derivas fuera de contexto, como por ejemplo sus mudanzas de domicilio, pero que no afean el resultado global, es más añaden espontaneidad y proximidad, que nunca viene mal. Sin embargo, sí he echado de menos algo más de orden en la estructura del desarrollo.
PS: el día que escribo este texto coincide con la liberación de los políticos catalanes presos. El que esos individuos estén presos o en su casa es lo de menos, lo importante es que hoy es el primer día de la deconstrucción de España, aunque, en realidad, viene de muy lejos. La reconversión y cierre del país tal y como era hasta ahora tardará poco, me parece, por lo que Sergio del Molino tendrá que escribir una tercera entrega de su saga para los que quedemos, que seremos bastantes menos, tal vez titulada: La nueva España, demócrata, liberal y pijoprogre.
29 JUNIO 2021
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