16 JULIO 2021

DIARIO DE ENVEJECIMIENTO TREINTA Y TRES, del tres de Julio de dos mil veintiuno (17:00 horas)
Puedo adivinar cómo será mi vida dentro de cinco años (en caso de que viva). No me quedará ningún amigo y eso será seguro porque solo me quedan dos y la relación es tan perezosa que para entonces habrá muerto de inanición. Supongo que Naty seguirá conmigo, si no se cansa de mis constantes manías y me manda a la mierda. No sé sí sucederá, ya veremos; por mi parte procuraré dar menos la lata para que no se canse. Parece que, si la salud sigue respetándome, seguiré haciendo lo que hago ahora, más o menos, a saber: Pasear: menos (mi perrito estará tan viejito como yo y ya tendremos pocas ganas y menos fuerzas); Fotografiar: menos; Escribir: puede que más, o no, no sé; Leer: igual que escribir, están íntimamente relacionados; Ver películas: igual, una al día; Teatro: nada, actividad cancelada; Visitar las ciudades: menos; Viajar: menos, mucho menos, casi nada, me temo; Sexo: menos si cabe, seguro; Comer y beber: menos. Y ya está. Todo bastante previsible y anodino. La tristura avanzará inexorable y cansinamente.
Dentro de cinco años, de mi vida habrá desaparecido cualquier atisbo de lo que llaman “ilusiones”, ese bobo estado de ánimo que consiste en fiarlo todo al futuro: esperar algo que deseamos, que soñamos que nos gustará bastante y nos hará felices. Cada día me levantaré con el único plan de cuidar de mi cuerpo, que ya será muy frágil, y poco más, porque todas esas cosas que me propongo hacer, ya las habré hecho, digo yo. Todo un plan de futuro, sin futuro.
“sentado enfrente de mi abogado,
decido que, en los tiempos que corren, uno necesita un buen abogado, un asesor fiscal, un mecánico
decente, un médico compasivo y
una esposa fiel, para
sobrevivir.
además, uno necesita cierto talento de cosecha propia,
muy pocos amigos, un buen sistema de seguridad
en casa y el don de dormir a pierna suelta por
la noche”.
Charles Bukowski
La Fotografía: ¡¡¡Qué tipo más insípido!!! Y vaya plan vital tan desolador para dentro de cinco años, aunque me entrenaré todos los días hasta entonces. Para aclimatarme.