CODA A UNA DESPEDIDA
“Quien quiera saber cómo se hacen bien las cosas, que trabaje, y si no que se aguante”. Anónimo.
Utilizo esta máxima anónima (me la acabo de inventar), desde la inmensa satisfacción de haber construido una grandísima pareja y haber sabido terminar a tiempo. En modo artístico, diría (ayer, en una película de Costa-Gavras, Arcadia), un personaje le dice a otro: “si todavía te hablas con tu mujer aprovecha ahora para divorciarte”. Me hizo gracia, no es nuestro caso, pero hay que reconocer que el supuesto es lúcido y conveniente: en el fragor del silencio y la incomprensión todo resulta mucho más difícil.
Nuestro proceso de separación, llevado a cabo en tiempo récord (nos queda atar algunos cabos documentales, como un acuerdo de separación y esas cosas oficiales, pero será fácil y más rápido todavía), es ejemplar. Insuperable, me parece.
No podía ser de otro modo, porque si partíamos de una pareja impecablemente construida, la separación, por pura lógica, también tenía que ser así. De lo que se deduce que, para las parejas imperfectas las rupturas serán conflictivas, seguro. Quien quiera disfrutar de una óptima situación sentimental y hasta de una tranquila ruptura, tiene que trabajar esa relación desde el primer minuto y si no, pues No.
De todos modos, hoy, nueve de septiembre, llevo una semana sin Naty y me siento cansado y preocupado. La semana que viene me iré unos días de viaje, solo, una experiencia que llevo más de treinta años sin experimentar. No sé cómo me sentiré; antes, hace tanto tiempo ya, cuando viajaba solo me poseía un indeseable estado de ansiedad. Espero haberme curado de ese síndrome (la soledad se siente más vivamente viajando). Este reto me pondrá a prueba y tengo bastante miedo a fallar.
La Fotografía: Yo mismo, descansando de tantas convulsiones y concentrándome en el vestuario próximo al ring donde se jugará mi vida ahora, como un boxeador que fuera a disputar el combate de su vida. Espero ganarlo, aunque sea a los puntos, porque de KO seguro que no, enfrente estaré yo mismo y daño procuraré no hacerme.