29 NOVIEMBRE 2021

© 2021 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2021
Localizacion
Madrid (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL 12.800
Fecha de diario
2021-11-29
Referencia
3063

DIARIO ÍNTIMO (17)
Hoy no tengo absolutamente nada que escribir. No hay buenas noticias. 

Sábado, veintisiete de Noviembre de dos mil veintiuno.
Estoy pasando una crisis grave. En los últimos días he sufrido una tormentosa e irreversible crisis sentimental que me ha dejado varado, sin ideas, sin ganas y con mucha culpa. La tristeza te arrebata brutalmente cualquier posibilidad vital.
Abocado, como dice Manuel Vilas a la renuncia: “La vida sin pasiones solo es supervivencia. Y la pasión importante es enamorarse de otro ser humano, poner en sus manos tu vida”. Por eso hoy solo soy un superviviente. Al desaparecer las historias amorosas de mi vida, solo me queda el aislamiento. De eso también habla Manuel Vilas (uno de mis escritores de cabecera) “Somos seres sociales: sin los ojos de los demás no existimos. Aunque también hace afirmaciones tan asombrosas como contradictorias: “Me di cuenta de que valía la pena vivir, aunque solo fuese para estar en silencio”. Yo me resisto a creerle, aunque el ruido me moleste tanto.
Me gustaría enamorarme otra vez, porque es la única manera de estar contento todo el día, aunque la culpa probablemente me lo impedirá
Cuando hablábamos Naty y yo de la eventualidad: pareja sí, pareja no; siempre mantuve que quería vivir en pareja, me gusta esa manera de afrontar la vida y la imagen de dos solos ante el peligro: contra el mundo, o tal vez a favor, pero juntos -los dos remando en la barca, la barca que nos contiene- verso de la bellísima canción –Hoy Me Conformo- de Pablo Guerrero, en su disco de despedida: Y volvimos a abrazarnos. También, Manuel Vilas lo dice: “Todo ser humano debe tener un amado o una amada para que su vida se cumpla. Si no, no se cumple”. Y si no puede ser, ¿qué hacer? Tan solo queda soportarlo y tapar el agujero de lástima hacía uno mismo con la mayor entereza que se pueda.
La edad madura es la mejor edad para enamorarse, porque es el momento de la máxima concentración (no hay posibilidad de distraerte con otras opciones, sencillamente porque ya no existen). Pero este disco tiene cara B, y esa la aporta otra vez Manuel Vilas (uno de mis escritores de cabecera) “Maldita sea la edad madura, que es la edad de las incesantes precauciones, que asustan al amor. La edad del millón de cautelas”. Por lo que estoy comprobando juro que es así.
En mi desgraciada historia amorosa de hace un par de semanas, hemos perdido los dos (no cabe mayor estupidez) pero así será para el resto de los tiempos, sencillamente porque, aunque parezca mentira solo el perdón podría salvar lo insalvable, y el perdón no ha acudido en nuestra ayuda. Me pregunto: ¿es posible el perdón? No lo creo, cuando se piensa que el perdón mancha; aunque mucho más ensucia el no poder hacerlo. Nadie puede arrogarse el hecho de estar vivo sin saber perdonar cuando la vida te avoca a tener que hacerlo. Quien no sepa perdonar tendrá una mala vida y, del amor, del buen amor, mejor que se olvide. Si no es posible ni para el ofendido ni para el ofensor, y viceversa, porque la culpa se interponga, la pérdida será total y arrasadora. Todo es vergüenza en ese caso y no habrá expiación posible, ni así pasen mil años. Que el silencio caiga y la función termine.
Me despediré ya sobre el amor y el perdón en la edad muy adulta, y lo haré con Manuel Vilas, otra vez: “… y sin embargo la búsqueda de ese amor no cesa nunca. Es la gran aventura de la existencia, la única aventura que tiene sentido”.
Mañana comenzaré a intentarlo de nuevo. ¿Qué hacer si no?
La Fotografía: Ahora me pregunto: se enamoraban los Dinosaurios hace millones de años. Estoy seguro de que sí, como ahora lo hacen los caballitos de mar, el lobo gris o los cisnes. Si no lo hubieran hecho no habrían durado los ciento sesenta millones de años que al parecer duraron. El género humano no sobrevivirá tanto ni muchísimo menos, nos extinguiremos millones de años antes de lo que lo hicieron ellos y, probablemente, será porque nos habremos enamorado mucho peor.

Pepe Fuentes ·