30 DICIEMBRE 2021

© 2021 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2021
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
-DIGITAL 640
Fecha de diario
2021-12-30
Referencia
2625

DIARIO DE LA GANA y la DESGANA

13. Martes, veintiocho de diciembre de dos mil veintiuno. Por la tarde.
Hoy ha tocado Gana
Salimos por la mañana, pero no me acuerdo de la hora; desde luego era pronto, pero no mucho.
Después de la pseudo depresión del día anterior (la conté ayer), sin saber por qué sentía que mis fluidos anímicos circulaban mucho mejor, pero no había pasado absolutamente nada que lo explicara. Decidí no preguntarme no fuera a estropearlo.
Charlie y yo optamos por coger el coche y acercarnos a una finca abandonada, que tanto nos gusta a los dos, y caminar al buen tuntún. En el colmo de la buena disposición, llevaba la cámara, por si acaso.
Primero estaba nublado y luego, a medida que nuestro bienestar aumentaba, el sol decidió acompañarnos. Avanzábamos despreocupadamente bajo el sol protector, encantados.
Mi audible me hacía disfrutar muchísimo con los relatos de Fernando Aramburu: Los peces de la amargura, que aumentaban en intensidad y sabiduría narrativa a medida que leía. Mientras caminaba disfruté la absorbente historia del capítulo ocho (Informe desde Creta); a continuación, me sobrecogió el nueve (Enemigo del pueblo), que pone en evidencia, una vez más, la ceguera a la que se ven abocadas las gentes que se radicalizan, imposibilitados para discernir moralmente sobre nada, por sencillo que sea, y capaces de las más inimaginables atrocidades, que, en este caso, al ser vascos, son aún más injustas y escalofriantes (ellos presumen de ser más en todo).
Inesperadamente, me tropecé con material muy conveniente para construir una composición de artista contemporáneo, y aunque sé que podría ser un vulgar plagió, pensé que me divertiría mucho construirla, seguro. Dejé allí el material y volveré con el coche para cargarla y llevarla a un escenario más apropiado.
Decidí hacer unas llamadas mientras caminaba: primero fue Armando, y como nos hemos proclamado hermanos (así nos llamamos) nos queremos y nos tratamos muy bien siempre. En nuestras conversaciones nos damos la razón en todo y después de casi una hora de aplaudirnos, colgamos tan contentos. Luego llamé a Ángel, mi amigo de toda la vida, y como también nos queremos, pues lo mismo. No nos contrariamos nunca. Eso nos hace felices a los dos. Mi estupendo estado de ánimo no paraba de mejorar. En el colmo de la buena marcha de todas las cosas, llamé a Charlie, que hacía tiempo que no veía, y se presentó enseguida corriendo apurado, con ganas de complacerme. Gran compañero es mi perrito. Si muere antes que yo no lo sustituiré por ningún otro, sencillamente porque ni de lejos llegaría a ser tan grande y fiel como él.
Se había pasado la mañana casi sin darme cuenta y ya era hora de que volviéramos a preparar la comida. Eso hicimos.
Por la tarde, la escritura fluía, o al menos eso me parecía. El revelado de tres de las fotografías que había hecho, también funcionó bastante bien.
La Fotografía: Como llevaba la cámara, hice varias tomas, casi interesantes todas o eso me pareció (era un día de suerte y de ganas). Esta es una de ellas: una decrépita construcción, sin utilidad aparente que yo pudiera dilucidar, con forma de cohete varado que nunca despegará. Solo terminará cayéndose, pero al menos quedará esta imagen para dar fe de que en un tiempo pasado unas gentes decidieron erigir la ahora estrafalaria edificación.

Pepe Fuentes ·