LOS MICROVIAJES: Entre Linares y Granada
(día dos, sábado, seis de febrero de 2022)
“Si no se puede profundizar en la Fotografía, es a causa de su fuerza de evidencia. En la imagen, el objeto se entrega en bloque y la vista tiene la certeza de ello, al contrario del texto o de otras percepciones que me dan el objeto de manera borrosa, discutible, y me incitan de este modo a desconfiar de lo que creo ver”. Roland Barthes
Después de nuestra interesante visita a las panorámicas del Desierto de Gorafe, decidimos dirigirnos hacía Zújar porque desde ese pueblo partía un camino que llevaba hasta el Mirador de Jabalcón, situado en una gran montaña pedregosa. Iniciamos la subida sin saber la gran dificultad que entrañaba, aunque lo intuíamos (yo siempre prefiero probar antes de desistir). Carmen era de la opinión que no podríamos y, efectivamente, nada más comenzar la subida, abandonamos la idea porque era mucha la altura y muy estrecha la senda (solo cabía un coche). Tampoco quedaba mucho tiempo de margen antes que oscureciera.
Después de la experiencia fallida, nos acercamos al pantano Negratín, desde donde se divisaba el imponente e inaccesible cerro. Dimos una vuelta por la orilla del embalse en el que parecía que se practicaban actividades recreativas.
De ahí a Baza. Dimos un largo paseo nocturno por el pueblo, cenamos algo, que ni siquiera me acuerdo qué fue. Inmediatamente después, nos retiramos a dormir. Baza no dejó huella en nosotros, quizá porque no supimos encontrar su encanto, que probablemente tenía. Y porque era de noche y no veíamos bien.
La Fotografía: Un coche cargando una motora en un remolque, sin apenas luz ya. Sospecho que es una foto absolutamente prescindible y banal (la fuerza de la evidencia, que dice Barthes más arriba) pero que me sirve para ir completando el relato del Microviaje.