LOS MICROVIAJES: Entre Linares y Granada
(día cinco, martes, ocho de febrero de 2022)
“El viaje es fuga y búsqueda a partes iguales”. Paul Theroux
Y llegó el momento en el que el viaje se acabó.
Antes de partir de Granada, primero nos dirigimos al Monasterio de San Jerónimo, renacentista y barroco. Comenzó a construirse en 1504, nada más ser conquistada la ciudad por los cristianos. Gonzalo Fernandez de Córdoba (El Gran Capitán) y su esposa, María de Manrique, se hallan enterrados en el crucero. Después, y antes de salir de la ciudad, una vez que recogimos el coche, no dirigimos al Monasterio de la Cartuja, del que fue arquitecto, en sus inicios, Diego de Siloé, que tan solo unos pocos años después intervino en la construcción de la Catedral.
En torno a las doce, salimos hacia Madrid. Paramos a comer en Valdepeñas, en un restaurante de la plaza (menú del día). Después, tranquilamente y sin prisas continuamos. Llegamos a las siete de la tarde.
El viaje había concluido con una sensación satisfactoria y agradecida a que hubiéramos decidido hacerlo. Mejor viajar que no (mejo hacer que no) uno de los principios que todavía alimentan mi voluntad. Veremos cuanto duran… me temo que habrá un día que me pare y me diga: mejor No hacer, que hacer. Será cuando ya no tenga ganas y me siente en el sillón sin mirar a ningún lado porque a mis ojos adormecidos no les llegue la luz.
“Del viaje, el mero desplazamiento, ha de sugerir esperanza. La depresión es el sillón y unos ojos indiferentes y helados. Creo que los viajeros son en esencia unos optimistas, pues en caso contrario no irían a ningún sitio”. Paul Theroux
La Fotografía: Una fotografía que no me gusta especialmente, es del Monasterio de la Cartuja, que sí me gustó mucho. La última que realicé en el Microviaje que terminaba en ese momento. Estoy muy descontento con mis últimos revelados y el modo que tengo de afrontar y resolver el tratamiento de imágenes de mi New Age fotográfica, sobre todo porque no me lo paso bien haciéndolo. Voy muy por detrás de las prestaciones que los programas ofrecen. En los procesos analógicos decidía yo, aunque poseía una técnica muy precaria y elemental; pero en digital deciden personas desconocidas que no sé dónde estarán, pero que manejan mis resultados, mientras yo solo acierto a seguir su estela inseguro e incómodo.