MONÓLOGOS SOBRE ARTE
Capítulo quince: ARCO, Feria Internacional de Arte Contemporáneo.
“… Aunque nos resulte difícil de reconocer, en el arte contemporáneo también brilla la remota luz de nuestra dignidad y en él puede mirarse nuestro destino de sub specie aeternitatis. Sabemos que en las torturadas imágenes de los mártires cristianos, en el espantoso rigor de la crucifixión, alentaba la esperanza de la inmortalidad, una potencia que pasa inadvertida a quien observa los iconos sagrados del cristianismo sin conocer su secreta traducción. También nosotros hemos construido una imagen de carne lacerada y crucifixión. Allí se esconde (no puede ser de otro modo) un esperanzado delirio en nada inferior al del cristianismo. Si así fuera ¿por qué representar tan sólo la negación del mundo? ¿A que representarla, si en verdad eso fuera todo? Sin duda, esa imagen del espejo esconde un colosal deseo de salud, de vida admisible, cuya imposibilidad se representa con los rasgos de un mundo destruido por la beocia y la crueldad, aunque sin culpables. Nos falta, sin embargo, averiguar el modo de inmortalidad que supone o anuncia, nos falta conocer el nombre de nuestra esperanza”. Félix de Azúa
La Fotografía: -Sub specie aeternitatis” –es, desde Baruch Spinoza en adelante, una expresión honorífica que describe lo que es universal y eternamente verdadero, sin ninguna referencia o dependencia de las porciones temporales de la realidad. (Wikipedia en inglés). Fotografié un crucifijo, he fotografiado muchos en Arco a lo largo de los años. Parece, curiosamente, que el Arte Contemporáneo, buscara intuitivamente símbolos universales a los que aferrarse, o tal vez, tan solo representen la metáfora de la negación en la creencia. Yo, fotográficamente, cuando me he puesto performativo también he recurrido a crucifijos y aunque no he sabido con precisión por qué (siempre he sido un autor difuso), algo intuía.