DIARIO DE VIAJE: A Sicilia
Día Tres (29.03.2022)
… Salimos de la Villa de los Mosaicos en torno a las dos de la tarde (sin comer nada), en dirección al Valle de los Templos, en Agrigento. Teníamos cien kilómetros por delante, pero con el buen ánimo que nos acompañaba sería cosa de nada.
Llegamos a las inmediaciones a las tres y media, sin novedad. La logística o mecánica de nuestros desplazamientos consistía en que Carmen dirigía la marcha con el navegador y yo obedecía sus instrucciones y conducía. Así era prácticamente en todo, su eficacia e iniciativa se imponía en nuestra vida de viajeros en compañía. Los esfuerzos de mi compañera eran consustanciales a su naturaleza y yo ni podía ni quería cambiar eso. Tampoco lo pretendí en ningún momento. Asumí el papel de ir un poco de paquete desde el principio porque lo esencial para mí era realizar el viaje ya que intuía (o más bien sabía) que era el último que hacía fuera de España. Todo estaba bien así (aunque nada lo estuviera). Al fin y al cabo, las relaciones, en la mayoría de los casos, no son otra cosa que un raro equilibrio en la que una de las partes no se sienta gravemente perjudicada… pretender otra cosa es ingenuo, y en este caso, además, consecuencia de que un cierto sobrepeso sentimental, o desequilibrio, según se mire, por mi parte…
La Fotografía: No, la fotografía no es mía (el revelado sí). Nos la hizo un turista con el móvil de Carmen. He querido traerla al diario hoy porque, a fin de cuentas, llevo varios días contando un viaje sin viajeros. Y los que quedan, pero ya no habrá más de nosotros dos compartiendo foto.