20 ABRIL 2022

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
Erice, Sicilia (Italia)
Soporte de imagen
DIGITAL 102400
Fecha de diario
2022-04-20
Referencia
7490

DIARIO DE VIAJE: A Sicilia
Día Cuatro (30.03.2022)

… Ayer, después de volver del Valle de los Templos (que no era valle, sino colina), nos enfrentamos, inadvertidamente, a una dura prueba: asumir que teníamos el hotel en una especie de polígono industrial, bastante más feo que cualquier otro imaginable, donde calles y edificios eran de una fealdad insuperable, chirriante, ofensiva.
Nuestro hotel, de ese mismo tenor, además de envejecido y anticuado. Eso sí, tenía un pasillo interminable muy parecido al de la película El resplandor, solo faltó que nuestra puerta estuviera rotulada con la inquietante palabra: “REЯUM.
No solo fue ese el problema, sino que a la hora de cenar no había ningún restaurante que nos conviniera, así que fuimos a dar con uno, horroroso también, inundado de luz fluorescente, llamado La Cambusa (al centro de Agrigento no fuimos en ningún momento). Menos mal que la pasta que nos sirvieron no estaba mal.
Nuestra primera etapa de hoy, miércoles, era la Escala del Turco, en la orilla del mar. Nos costó llegar porque había carretera cortadas. Además, llovía y el ambiente era desapacible y lluvioso.
Unos cortados de piedra caliza, muy blanca, se deslizaban hasta el agua, en algunas partes en forma de escalones naturales a lo largo de la pendiente que facilitaban el movimiento por el desnivel.
Fotografiamos un poco, pero no traeré ninguna imagen de ese lugar al diario.
A las diez y media, más o menos, partimos hacia nuestro siguiente punto de nuestra ruta: Erice, muy cerca de Trapani. Distaba 175 Km.
Llegamos en torno a la una, creo recordar. Ascendimos por una carretera muy empinada de innumerables curvas que no entrañaron ninguna dificultad, a pesar de los temores previos de Carmen (no confiaba demasiado en mí como conductor, aunque creo hacerlo bastante bien).
También teníamos en contra la climatología (mucho viento y lluvia intermitente).
Lo primero que vimos fue el Duomo (s XIV), impresionante por sus formas austeras, secas, sin concesiones a virtuosismos que enseguida me creó una sensación de proximidad y comunión estética.
Después, callejeamos y doblamos todas las esquinas que nos abrían perspectivas antiguas y sugerentes. No tardó en comenzar a llover y eso hizo que nos refugiáramos, primero en un bar a tomar unos arancines, que dicen que son deliciosos (a mí no me lo parecieron, más bien era una masa blanda, grasienta e indigesta); y de ahí a una cafetería-pastelería (tomamos café y pasteles). Carmen se las vio con el dueño porque pretendía cobrarnos por el servicio de mesa a lo que no estaba dispuesta. Perdió él.
De Erice bajamos hasta Trapani, donde dormiríamos esa noche…
La Fotografía: Duomo de Erice. Emocionante en su bella y sencilla austeridad.

Pepe Fuentes ·